martes, 19 de marzo de 2013

Verdades Amargas

Yo no quiero ver lo que he mirado
A través del cristal de la experiencia;
El mundo es un mercado donde compran
Honores, voluntades y conciencias.

Amigos: es mentira, no hay amigos;
La amistad verdadera es ilusión;
Ella cambia, se aleja y desaparece
Con los giros que da la situación.

Amigos complacientes solo tienen
Los que disfrutan de ventura y calma;
Pero aquellos que abate el infortunio
Solo tienen tristezas en el alma.

Si estamos bien, nos tratan con amor,
Nos buscan, nos invitan, nos adulan,
Más si acaso caemos, francamente,
Solo por cumplimiento nos saludan.

El que nada atesora, nada vale
Y en toda reunión pasa por necio,
Y por mas nobles que sus hechos sean,
Lo que alcanza es la burla y el desprecio.

En este laberinto de la vida,
Donde tanto domina la maldad,
Todo tiene su precio estipulado:
El amor, el parentesco y la amistad.

Lo que brilla no mas tiene lugar,
Aunque brille por oro lo que es cobre;
Lo que no perdonamos en la vida
Es el atroz delito de ser pobre.

Nada en el mundo es perfecto, sano y puro;
Todo se haya a lo impuro entremezclado;
El mismo corazón con ser tan noble,
Cuantas veces se encuentra enmascarado.

Existe la virtud, yo no lo niego,
Pero siempre en conjunto defectuoso,
Hay rasgos de virtud en el malvado,
Hay rasgos de maldad en el virtuoso.

La estupidez, el vicio y hasta el crimen
Podrán tener su puesto señalado;
Las llagas del defecto no se ven
Si las cubriese un diamante bien cortado.

Y a nadie habrá de herir lo que aquí digo,
Porque ceñido a la verdad estoy;
Me dieron a libar hiel y veneno;
Veneno e hiel en recompensa doy.

Y si peco en las palabras toscas
De estas líneas oscuras y sin nombre
Doblando mis rodillas en el polvo
¡Pido perdón a Dios y no a los hombres!

-Anónimo-

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