martes, 19 de marzo de 2013

Debate entre Instituto Salesiano Cúcuta y Frank Rico Barbosa sobre la naturaleza existencial de "Dios" (Febrero de 2012)


A continuación se publica una especie de debate sobre la naturaleza existencial de "Dios", el cual está compuesto por una serie de comentarios que fueron publicados en el muro de Facebook de Frank Rico Barbosa por parte de la página de Facebook del Instituto Salesiano Cúcuta. Este debate se comparte, aún más públicamente, de acuerdo con una actitud democrática de su compilador y con el convencimiento de la necesidad que los adultos fomentemos escenarios dialécticos como modelo de resolución de conflictos para las nuevas generaciones.

A modo de introducción, es útil contextualizar que la comunicación se inició con la siguiente publicación que Frank Rico Barbosa hizo en su muro: ¿Tiene dudas de que Dios No existe? El libro Espejismo de Dios, del Dr. Richard Dawkins (etólogo y evolucionario de la Universidad de Oxford, Inglaterra), ¡es para usted! Yo me pregunto si los más fanáticos religioides ¿habrán leído primero los argumentos ateos antes de pronunciarse apasionadamente a la defensiva? Porque yo sí he leído la biblia y textos afines.
[el libro referido se le puede hallar en el link: http://es.scribd.com/centro_emmet/d/80065390-Dawkins-El-Espejismo-de-Dios]

Instituto Salesiano Cúcuta:  “hay miles de evidencias de Dios, que no las quiera reconocer es otra cosa, espero que no se de cuenta de Él en momentos de angustias.”

Frank: La angustia es inherente a la estructura subjetiva; la vida en mucho consiste en reconocer eso y en saber cómo lidiar con ello a partir de las capacidades y limitaciones propias. No es necesario asumir actitudes atemorizantes para inducir una posición ideológica en los otros. Puedo, incluso, reconocer la existencia de “dios”, si y sólo si se le entiende como “una creencia o cosmovisión, entre otras producidas por la civilización en su milenario desarrollo”. Si le parece, puede darme las evidencias que argumentan su enunciado. Muchas gracias por la atención.

Instituto Salesiano Cúcuta: “Si alguien esta jugando con dados, la probabilidad de lograr un par de seis es una cosa. Pero la probabilidad que el dado este en blanco, y aparezcan los puntos negros es completamente distinto. Lo que Pasteur intento probar siglos atrás, y la ciencia confirma, es que la vida no puede surgir de la no-vida. ¿De dónde vienen la vida humana, animal y vegetal?
Mientras la ciencia ha progresado, no hay descubrimiento científico que contradiga la probabilidad numérica de un Ser Inteligente existente detrás de todo esto. De hecho, mientras más la ciencia descubre acerca de la vida humana y el universo, más complejos y precisamente diseñados nos damos cuenta que lo son. En vez de apuntar afuera de Dios, la evidencia se acumula y orienta hacia una fuente Inteligente. Pero evidencia objetiva no lo es todo.
Millones podrían dar cuenta detallada de su experiencia con Dios. Ellos nos hablarían de sus oraciones atendidas y las asombrosas maneras en que Dios satisfizo sus necesidades, y los guió a través de importantes decisiones personales. Ellos ofrecerían, no solo una descripción de sus creencias, sino reportes detallados de las acciones de Dios en sus vidas. Muchos están seguros que un Dios amoroso existe y les ha mostrado ser fiel. Si tú eres un escéptico, puedes decir con seguridad: "Yo estoy absolutamente en lo cierto y todos ellos están equivocados acerca de Dios".
La Tierra ...su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y su respectiva gravedad contienen una capa delgada compuesta en mayoría de nitrógeno y oxígeno que se extiende a 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Si la Tierra fuese más pequeña, sería imposible que tuviese atmósfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter. La Tierra es el único planeta conocido equipado con una atmósfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos. La Tierra está ubicada a la distancia adecuada del sol. Considere que las temperaturas que tenemos, aproximadamente varían desde -35º C a 50º C. Si la Tierra estuviese un poco más lejos del sol, todos nos congelaríamos. Si estuviese un poco más cerca, nos quemaríamos. Incluso una pequeña variación -una fracción- en la posición de la Tierra con respeto del sol haría imposible la vida sobre la Tierra. La Tierra permanece a una distancia perfecta del sol mientras rota alrededor de él a una velocidad cerca de 107.000 kilómetros por hora. Esta también rotando sobre su eje, permitiendo que la superficie entera de la Tierra sea perfectamente calentada y enfriada cada día. Nuestra luna tiene el tamaño y la distancia de la Tierra perfectos para su atracción gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los océanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes. Agua... incolora, inodora y sin sabor, aun así, ningún ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos están compuestos en su mayoría por agua (alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua). Ahora veamos porque las características del agua son únicas y especiales para la vida: Tiene los puntos de ebullición y de congelamiento inusualmente altos. El agua nos permite vivir en un ambiente de temperaturas cambiantes, mientras mantiene a nuestros cuerpos a una temperatura de 37º C. El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que miles de químicos, minerales y nutrientes sean transportados a través de nuestros cuerpos y hacia los conductos sanguíneos más pequeños. El agua es también químicamente neutra. Sin afectar la composición de las substancias, el agua hace posible que la comida, medicinas y minerales sean absorbidos y usados por el cuerpo. El agua tiene una única tensión superficial que permite que en las plantas pueda fluir hacia arriba a pesar de la gravedad, lo que lleva agua y nutrientes vitales hasta la copa de los árboles más altos. El agua se congela de arriba hacia abajo, y flota de tal manera que los peces pueden sobrevivir en el invierno. Noventa y siete por ciento del agua de la Tierra esta en los océanos. Pero en nuestra Tierra, hay un sistema diseñado que remueve la sal del agua y luego la distribuye por todo el globo. La evaporación toma el agua de los océanos, deja la sal, y forma nubes que son fácilmente movidas por el viento para que dispersen agua sobre la tierra, para la vegetación, los animales y las personas. Es un sistema de purificación y abastecimiento que sustenta la vida del planeta, es un sistema de reciclar y reusar agua.
¿algo por decir? o mas razones?”

Frank: Las dos pero antes de darle continuidad a esta interacción social virtual, deme el gusto de conocer el nombre de la persona que está detrás de ese muro...

Instituto Salesiano Cúcuta:  “esa información es personal”.

Frank: ¿el nombre? es lo más público que existe!

Instituto Salesiano Cúcuta:   Pregunta borrada a posteriori, que pedía que yo le dijera si deseaba hablar con la persona que administra la cuenta de FcBk de la institución educativa o con quién escribió los mensajes [Lo que demuestra que de ese lado hay más de una persona pensando y escribiendo los comentarios; además llama la atención ¿por qué primero piden aclaración y luego borran el comentario?]

Frank: Con quién me ha interpelado.

[Nota: Comentario de un tercero que aboga por finalizar el intercambio de argumentos y solucionar el debate con base en la libertad de creencia. Como no se considera un aporte al debate, este mensaje se eliminó de la actual redacción]

Instituto Salesiano Cúcuta: “si pide argumentos se los doy, no intento cambiar a nadie, asi como él tiene motivos para no creer yo los tengo para creer y como me los pidio se los doy”.

Frank: Esa es la actitud: si se le solicita argumentar, debe darlos razonablemente. La pregunta que le hice parte simplemente de mi honestidad identitaria y de la necesidad de saber si, por lo menos, hablo con una persona mayor de edad. Pienso que es una condición básica para todo vínculo social: saber con quién se trata, ¿no? o ¿habla en nombre de toda una Institución?

Instituto Salesiano Cúcuta: “para que este informado hablo en nombre del Instituto Salesiano Cucuta y los argumentos que vio fueron sacados de un joven de 14 años que con los conocimientos de astronomia, fisica,quimica y de fé que adquierio en el colegio puede dar testimonio... eso es un estudiande SALESIANO!!!”.

[Nota: debido a la negativa de mi interlocutor a identificarse y con base en su confirmación acerca de que representa íntegramente al Instituto Salesiano de Cúcuta dentro de la red social de Facebook, pongo en duda la veracidad de los escasos datos de identidad que él/ella ofrece y decido guiarme por la lógica de suponer que una institución tan antigua y seria, como lo es el colegio Salesiano de Cúcuta, sea capaz de asumir una actitud tan folclórica (moral y legalmente hablando) al delegarle a un menor de edad la labor publicitaria y comunicacional de toda una institución. Razón por la cual elijo responder de manera respetuosa y a la altura de una persona con la edad mental que se refleja en los comentarios hechos en mi muro de Facebook: como un mayor de edad; de igual forma decido actuar democráticamente y compartir esta interacción comunicativa de valor académico, no sólo con mis contactos virtuales sino con los respetables seguidores del Instituto Salesiano Cúcuta]

Frank: Si es así como dice, me parece bueno su interés por el conocimiento. Lo encomio a dejarse seguir guiando por la razón. Por esa misma razón, encuentro justificado y adecuado no dejarlo con sus palabras en el aire y darle una respuesta digna de su interpelación. A pesar de elogiar su enciclopedismo académico a tan corta edad, veo que sus enunciados nada agregan o quitan a mi proposición inicial sobre: "la existencia de Dios si y sólo si se le entiende como una creencia". Lo cual no quiere decir que lo que usted expone no genere polémica.
Recurre a Pasteur para refutar la teoría de la generación espontánea, manejada con alta popularidad desde Aristóteles y admitida por el mismísimo Newton, pero desechada desde el siglo XIX por no adecuarse a la realidad empírica. Con esa movida usted pretende desprestigiar los humildes pero sólidos avances científicos en la resolución del enigma sobre el surgimiento de la vida, tratando así de demostrar erísticamente que: si la Ciencia no ha podido comprobar sus hipótesis, entonces la teoría teológica resulta válida. Y ahí es donde encuentro el mayor error lógico en sus enunciados, pues además de dar muestra de desconocer la historia del desarrollo de las ideas sobre el tema, asume conclusiones que difícilmente se sostienen a partir de los ejemplos que usted mismo retoma.
Mucho antes que Pasteur ya se cuestionaba la teoría abiogenética. Así por ejemplo en medio del 1.500 Fracastoro ya hablaba de las "esporas",  así como durante el 1600 Robert Hooke hacía esquemas de algunos microorganismos (labor científica de la cual pudo acuñar el término "célula") y Browne empezaba a cuestionar los puntos débiles de la idea sobre la generación espontánea de la vida. Análogamente, comprobaciones experimentales como las de Redi, en el mismo siglo XVII, permitieron determinar que para que se presente el proceso de descomposición de la materia orgánica, hace falta la acción de otros organismos (como las moscas); o la de van Leeuwenhoek quién planteó el asunto de los protozoos y las bacterias; o el gran aporte de Spallanzani, quién determinó que los microorganismos están presentes en el aire y que se les puede neutralizar a partir de la técnica del hervido.
No obstante, a partir de una historia oficial y superficial de las ciencias, se puede decir que fue hasta el siglo XIX con Luis Pasteur que se comprobó empíricamente que en medios estériles no se activa ningún proceso de generación de vida. A mi forma de entender, de ese magno evento cognoscitivo, es lícito deducir que:
1) la refutación a la teoría de la generación espontánea no fue un conejo sacado del sombrero de un fiel creyente (Pasteur) en un momento de epifanía cristiana sino el resultado de una serie de descubrimientos y comprobaciones que se fueron presentando en el despliegue de la historia de las ciencias. Lo cual permite entender que el método a partir del cual ellas trabajan parte de la imposibilidad de acceder de una vez y para siempre a verdades totalitarias e inmutables y que, por el contrario, éste se basa en el ensayo y error que permite poner a prueba las hipótesis en pro de su confirmación o de su descarte;
y 2) lo que los amigos de la verdad desde el siglo XVI en adelante permiten afirmar, es la invalidez del modelo tradicional en que se explicaba el asunto de la generación de la vida desde los griegos, ¡nada más! Es decir, lo que Pasteur permitió validar es -lo que a grandes rasgos se puede llamar- la teoría celular, lo que se puede entender como un modelo teórico que tiene en cuenta el requerimiento de contar con formas de vida elementales y antecesoras para explicar la evolución de las formas de vida superior (lo que en la reseña anterior mostré que se han llamado como esporas, protozoos, bacterias o en general: microorganismos). Lo cual ha dado origen desde el siglo pasado a estudios que se enfocan en la consecución de los elementos vitales básicos y del ambiente en que la conjunción de éstos se hizo favorable para dar paso a la vida; los cuales han mutado desde el modelo celular, pasando por el modelo atómico y llegando en la actualidad al modelo de las partículas.
Por eso, es necesario ser enfático al decir que en ningún momento el refutar la teoría abiogenética puede conceder automáticamente validez a la hipótesis teológica. Esa es una pretensión difícil de sostener, por lo menos en términos rigurosamente racionales. Si a caso, como dije antes, lo que se puede alegar es que, teniendo en cuenta que no es posible recrear los elementos, las condiciones y las circunstancias originarias de la vida, es decir, que no es posible elaborar un experimento en el cual de manera tangible se observe, se mida, se pruebe y se compruebe tal proceso originario; entonces -por ahora- todas las hipótesis están en una competencia pareja por demostrar su verdad y la naturaleza de esa verdad. Y cuando digo todas, son todas: la teológica, la del Bin Bang, la genética, la metabólica, la de la vida pre-existente en forma extraterrestre, la molecular, la de las partículas, la del polifosfato, la de degradación de los lípidos, la de la ecopoiesis y cualquier otra plausible.
En esa medida, sólo se puede medir la validez de estas teorías en orden de su grado de verosimilitud, es decir, de su coherencia argumentativa y de su capacidad de adecuarse a los hechos. Realidad epistémica que deja a todas las posibilidades explicativas en un marco conjetural y probabilístico, así como sujetas a una pugna mutua en pro del prestigio social. Por eso es que no es descabellado entender la ciencia como una forma, entre otras, de producción de creencias sociales.
En este orden de ideas, parece sospechoso que en el debate sobre el origen de la vida el discurso teológico recurra a la estructura misma del proceso de producción de conocimiento científico para aumentar su poder de sugestión en los creyentes y en las personas desorientadas -las cuales pululan en este sistema capitalista cada vez más hiperconsumista-. Es decir, todos los esfuerzos que la ciencia ha hecho en su historia para emanciparse de la doctrina cristiana hegemónica (incluidas las sistemáticas comprobaciones y correcciones de sus proposiciones) son tomadas por la iglesia católica (según sus comentarios) como indicios  que condenan de antemano la facultad del hombre para resolver estos interrogantes existenciales confiando sólo en su propia razón y, por ende, como evidencias de la supuesta necesidad de volver al mito de Dios, que a todo le sabe conferir su sacro sentido.
Por lo tanto, es mínimamente ambigua la estrategia de desprestigiar el discurso científico, jocosamente, recurriendo a conocimientos que han sido producidos a partir de la labor científica (!). Según mis principios éticos, resulta hasta insolente una tal actitud.
Análogamente, es paradójico que se haga alusión a todos los detalles de la naturaleza y del universo que, en su interacción coordinada, generan y sustentan la vida en nuestro planeta; desconociendo que en todo ello está implícito el problema de las contingencias o de los accidentes dentro del estudio de la causalidad (lo cual está ya en la Física de Aristóteles cuando trata del Autómaton y la Tyché, y que se puede encontrar actualmente dentro del enfoque epistémico del Pensamiento Complejo).
Por su parte, el teólogo ortodoxo y conservadurista elige resaltar la perfección de la Physis como "evidencia" máxima de la idea de Dios, de la inteligibilidad de esta entidad netamente metafísica. La cual justifica su permanencia en el debate por una supuesta necesidad, ¿de qué? de sentido, de cierre, de coherencia doctrinal o simplemente como defensa ante la angustia inminente de encarar estas cuestiones y como medio de contención social de las pasiones individuales.
Frente al enigma del surgimiento de la vida, el modelo teológico opta por ofrecer una posición mitológica y mística de semblante matemático (al mejor estilo platónico) que, al carecer de demostración empírica, recurre a la "fe" como comodín para infiltrar en la mente de las personas creencias que, aunque no son comprobables, tienen el éxito de des-angustiar al público general frente al vacío y el sin sentido inmanente al enigma del origen de la vida.
Por el contrario la idea que tengo -y que ejerzo- sobre el modelo académico-científico, es la de una disciplina que asume confrontar los hechos y deshacerse de los velos románticos que hacen del hombre un ser egocéntrico que se cree el centro de la naturaleza, un proceder que permite desmantelar narraciones que le venden al sujeto la idea de la existencia de un sentido de vida para el cual él ha estado desde siempre destinado, haciéndole creer (a priori, extra-terrenal y anti-antropomórficamente) en un sentido teleológico de su existir y del universo. Por el contrario, aún corriendo el riesgo de experimentar momentos de sinsabor o frustración acarreados por su actividad descontructivista, el científico de vocación prefiere responder frente a una auténtica pregunta: "no se sabe, no hay aún una respuesta válida para eso" y a partir de ese reconocimiento de la falta de saber inherente a la naturaleza humana (y no con prepotencia divina) seguir pesquisando con insaciable sed de conocimiento.
En ese sentido, la razón y la capacidad de comprobación son para el hombre lo que el olfato es para un sabueso. De modo que el buen científico sólo cree en su capacidad gradual y limitada de producción de conocimiento válido para manipular y predecir los fenómenos de la naturaleza en la que habita y que lo habita. Posición ética que no claudica aún cuando sus descubrimientos puedan herir los más estimados valores humanos o los más altos intereses de las clases dominantes. Tal como por ejemplo lo hizo Nicolás Copérnico en el siglo XVI al establecer que la tierra no era el centro de nuestra galaxia sino que los planetas giraban alrededor del sol (en contraste con la teoría geocéntrica de Aristarchus; c. 310 a. C. - c. 230 a. C.) o como lo hizo Sigmund Freud a inicios del siglo XX cuando corrigió el sentido común (tanto de las élites intelectuales y humanísticas como del ciudadano de a píe) que rezaba que el Yo y el pensamiento consciente son el centro de la actividad mental,  a través de su descubrimiento de la existencia y la función angular del pensamiento inconsciente dentro del acontecer anímico y de la causalidad del comportamiento individual y colectivo.
Grandes revoluciones científicas pagadas con el precio de afrentas narcisistas a los ideales de superioridad humana. Proceder que le costó, no a pocos valientes y honestos científicos, la exclusión social, el destierro o hasta sus mismas vidas, al ser catalogados de herejes y recibir las prácticas punitivas institucionalizadas para tales casos. No en vano la iglesia y sus representantes humanos han sido, en varias ocasiones, un obstáculo para el genuino desarrollo investigativo en la historia de la humanidad; aún cuando, paradójicamente, haya que reconocer su apasionada labor cultural pro niños y jóvenes.
Para finalizar entonces vuelvo con mi tesis inicial: "dios existe si y solo si se le entiende como una creencia” a lo cual agrego ahora: “creencia que tiene cierta funcionalidad, a nivel subjetivo y dentro de la dinámica social, en aquellos que no han podido romper los esquemas mentales predominantes en el contexto cultural en que nacieron y en el que se formaron o para quienes, aun conociendo otras posibilidades de vida, voluntariamente deciden permanecer en esa orilla”. Lo cual es total y legítimamente respetable en términos morales e ideológicos pero no puede llegar a convertirse en una suerte de investidura diplomática de los postulados teológicos que le permita a los representantes de la teoría creacionista eludir el respectivo análisis de los enunciados que componen el cuerpo doctrinal de sus creencias o evitar el desmantelamiento de las ideas implícitas en su discurso, mucho menos cuando están abiertos al debate e interactúan con el discurso académico-científico.
Por lo tanto, ir más allá y sostener que “Dios” existe fácticamente y que, incluso, siendo éste de naturaleza metafísica o un ente inteligible, sea entonces el origen de la materia, el motor de la energía vital o la razón de ser y el límite mismo del mundo natural, ¡resulta ser un asunto de fe, más no de evidencia! No como se suele sostener con fuerte convencimiento pero erráticamente...
Sin embargo, como interpreto un interés o una curiosidad cognoscitiva en su gesto de leerme, lo invito amablemente a que no se apresure a conceder valor de verdad totalitaria a los contenidos que hasta ahora han llegado a su mente, y a que aproveche su juventud y la oportunidad que le ofrece el momento histórico que usted vive para que le dé rienda suelta a su espíritu descubridor e indague sobre lógica paraconsistente, así como sobre el lugar y la función del vacío y de lo real en toda forma de conocimiento: desde la geometría, las matemáticas -de conjuntos-, la topología, la astronomía, la física, la biología, la fisiología e, incluso, dentro de las Ciencias Sociales y Humanas como la sociología, la psicología, la filosofía, las ciencias políticas, el derecho, la antropología y las mismas artes. Ésto, para que no sólo se exprese con base en una lógica clásica o proposicional y pueda así ampliar sus fronteras cognitivas y, por ende, sus límites lingüísticos. De igual manera, lo encomio a que lea sobre el bosón de Higgs o lo que llaman "la partícula de dios", del cual los científicos del Centro Europeo de Física de Partículas tienen interesantes indicios y dicen que se acercan, cada vez más, a su posible comprobación experimental. Con lo cual se daría un gran paso en la invalidación lógica de la teoría creacionista; aún temiendo de antemano que la iglesia tergiverse y adecué nuevamente los progresos científicos para su perpetuación en el cenit de las creencias culturales.
Cierro con las palabras de un gran judío que supo emanciparse de los lastres ideológicos que lo antecedían y rodeaban para hacer de su vida una obra de ciencia:
                                    "el que no tenga ciencia ni arte, que tenga religión" [S. Freud].



[Así quedó el debate hasta febreo 2 de 2012]

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