jueves, 21 de marzo de 2013

Peligran los derechos humanos de los inmigrantes con la excusa de la crisis económica

Amnistía Internacional presenta una agenda de Derechos Humanos contra el racismo para el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial 

Madrid.- La víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, Amnistía Internacional denuncia reformas legislativas, prácticas y políticas discriminatorias de las autoridades hacia personas extranjeras porque pueden vulnerar derechos humanos y suponen un paso atrás en la lucha contra el racismo.

La actual crisis económica es la excusa que han utilizado las autoridades, como advirtió el Relator Especial de Naciones Unidas sobre racismo, discriminación y xenofobia en su última visita a España de enero de 2013, para emprender un retroceso en relación con los derechos humanos de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, haciendo especial mención a migrantes y solicitantes de asilo. Algunas de estas prácticas discriminatorias persisten desde hace años sin que hayan sido abordadas por las autoridades.

“Es crucial que España convierta en una prioridad la agenda de la lucha contra el racismo, la discriminación racial y las formas conexas de intolerancia”, aseguró el Relator de Naciones Unidas, propuesta que Amnistía Internacional comparte plenamente y lleva años exigiendo.

Las políticas emprendidas por las autoridades pueden suponer violaciones de derechos humanos -en el caso del acceso a la salud de personas extranjeras-, criminalización de la inmigración -persiste y se aprecia en los controles de identidad con sesgo racial y en la detención e internamiento de personas inmigrantes en situación administrativa irregular de forma generalizada-, penalización de la hospitalidad -con la reforma del nuevo Código Penal que incluirá sanciones contra quienes acojan a inmigrantes en situación irregular- y discriminación de minorías étnicas y religiosas en el ámbito del empleo, la vivienda, la educación o incluso en en el ejercicio de su libertad religiosa -se aprecia en las restricciones del uso del hiyab y obstáculos los para la apertura de centros de culto-.

En ocasiones, las personas extranjeras están también en el punto de mira y desde diversos ámbitos se les acusa de ser la causa de la grave situación económica, el aumento del paro y las restricciones que sufren personas españolas. Esta estigmatizacion, así como el estereotipo que identifica inmigrante con delincuente, son consecuencia de la ausencia de una estrategia clara y visible que combata el racismo y la xenofobia en la sociedad española.

Nuevas políticas discriminatorias
Amnistía Internacional considera que el Real Decreto Ley adoptado por el gobierno y que entró en vigor en septiembre pasado, por el cual la atención sanitaria gratuita de las personas migrantes mayores de edad en situación irregular se limita a urgencias y atención al embarazo, parto y posparto podría ser discriminatorio porque restringe el derecho humano de acceso a la salud. Lamenta igualmente que las autoridades hayan acudido a argumentos como “el abuso del sistema de salud por parte de extranjeros” o a conceptos como “turismo sanitario” para limitar un derecho humano.

La organización también da la voz de alarma frente a la penalización de la hospitalidad, algo que aparece recogido en la nueva reforma del Código Penal y que supondrá una barrera más al disfrute de los derechos humanos de las personas migrantes. Sancionar a quienes pretender ayudar a las personas migrantes en situación irregular no sólo puede acarrear una mayor vulnerabilidad de los y las migrantes, sino conducir al aumento del rechazo y los prejuicios hacia estas personas

Prácticas discriminatorias persistentes
La criminalización de la inmigración sigue siendo el resultado de una política migratoria que prima el control migratorio por encima de los derechos de las personas migrantes. No hay medidas que garanticen que los agentes de policía no realizan controles de identidad con sesgo racial. Tampoco el gobierno está proporcionando datos que permitan comprobar el cumplimiento de una medida adoptada el año pasado que prohibía las actuaciones masivas discriminatorias. Al contrario, algunas organizaciones denuncian que las personas son paradas por las fuerzas de seguridad cuando van a trabajar, en la calle, simplemente por sus rasgos étnicos.

Continúa también la detención e internamiento de manera generalizada de las personas inmigrantes en situación administrativa irregular, sin que hayan cometido delito alguno. Además, se denuncia que las condiciones en los Centros de Internamiento para Extranjeros no son las adecuadas, continúa la falta de control frente a violaciones de derechos humanos que podrían producirse en su interior, el internamiento de mujeres que podrían ser víctimas de trata -no son previamente identificadas- o la falta de contactos de los internos con el exterior. Suscita preocupación que personas refugiadas no tengan acceso a un procedimiento de asilo adecuado y que pueda estar internándose a menores cuya mayoría de edad no haya podido ser demostrada.

Además, persiste la discriminación a las minorías religiosas. Esta discriminación se manifiesta en las restricciones que sufren las personas musulmanas en el ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión y religión, con impacto mayor en mujeres y niñas. Algunos ayuntamientos y edificios públicos han prohibido el uso del velo integral en sus instalaciones, a pesar de que una reciente sentencia del Tribunal Supremo lo ha cuestionado. Estas restricciones han afectado también a menores que han tenido que cambiar de escuela por llevar el velo islámico. Por último, se han registrado casos en los que son evidentes los obstáculos para la apertura de centros de culto, incluyendo moratorias o denegaciones de licencias debido a las protestas vecinales.

El racismo es invisible en España
Sigue sin existir en España un diagnóstico sobre la situación del racismo y la discriminación. España sigue sin recoger y publicar de manera oficial, periódica y sistemática datos sobre incidentes racistas y casos de discriminación. Sin esos datos, no es posible diseñar políticas efectivas para combatir la discriminación.

En 2011 una red de ONGs -la Red de Víctimas del Consejo para la Igualdad de Trato- asistió 253 casos colectivos de discriminación y 337 casos individuales, más de la mitad de estos últimos se producían en el ámbito público. Sin embargo, la capacidad de la Red y del Consejo es limitada por falta de recursos, independencia y por la limitación de un mandato que no permite a este organismo litigar o investigar casos de discriminación. La actividad de la Red ha estado prácticamente parada durante el año 2012.

Según la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, España sólo recoge datos sobre incidentes racistas de manera limitada. De acuerdo con el Ministerio del Interior, en el año 2012 se identificaron 224 incidentes racistas y/o xenófobos. Estas cifras no recogen otras formas de discriminación que sí se registran en otros países europeos –como la islamofobia o el antisemitismo- y proporcionan información limitada en la medida que no existe un protocolo que obligue a las fuerzas de seguridad a identificar y recoger los incidentes discriminatorios.

Amnistía Internacional teme que la mayor parte de los incidentes discriminatorios no están siendo denunciados, identificados o registrados. Sin ello, no es posible una investigación efectiva ni por tanto proporcionar un recurso y reparación adecuado a las víctimas.

La organización denuncia la falta de voluntad política para que esta situación cambie. Al contrario, las últimas medidas de las autoridades suponen un paso atrás y contribuyen a alimentar el racismo y la discriminación. Por ello presenta una Agenda De Derechos Humanos a las autoridades y exige que la lucha contra el racismo y la xenofobia se conviertan en una prioridad.
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Ficheros:
Agenda_Dia_Mundial_Contra_el_Racismo_200313.pdf
Más información
Gabinete de prensa de la Sección Española de Amnistía Internacional, Telf., 91 310 12 77
Centro de Documentación de AI: doc.es.amnesty.org.

martes, 19 de marzo de 2013

Debate entre Instituto Salesiano Cúcuta y Frank Rico Barbosa sobre la naturaleza existencial de "Dios" (Febrero de 2012)


A continuación se publica una especie de debate sobre la naturaleza existencial de "Dios", el cual está compuesto por una serie de comentarios que fueron publicados en el muro de Facebook de Frank Rico Barbosa por parte de la página de Facebook del Instituto Salesiano Cúcuta. Este debate se comparte, aún más públicamente, de acuerdo con una actitud democrática de su compilador y con el convencimiento de la necesidad que los adultos fomentemos escenarios dialécticos como modelo de resolución de conflictos para las nuevas generaciones.

A modo de introducción, es útil contextualizar que la comunicación se inició con la siguiente publicación que Frank Rico Barbosa hizo en su muro: ¿Tiene dudas de que Dios No existe? El libro Espejismo de Dios, del Dr. Richard Dawkins (etólogo y evolucionario de la Universidad de Oxford, Inglaterra), ¡es para usted! Yo me pregunto si los más fanáticos religioides ¿habrán leído primero los argumentos ateos antes de pronunciarse apasionadamente a la defensiva? Porque yo sí he leído la biblia y textos afines.
[el libro referido se le puede hallar en el link: http://es.scribd.com/centro_emmet/d/80065390-Dawkins-El-Espejismo-de-Dios]

Instituto Salesiano Cúcuta:  “hay miles de evidencias de Dios, que no las quiera reconocer es otra cosa, espero que no se de cuenta de Él en momentos de angustias.”

Frank: La angustia es inherente a la estructura subjetiva; la vida en mucho consiste en reconocer eso y en saber cómo lidiar con ello a partir de las capacidades y limitaciones propias. No es necesario asumir actitudes atemorizantes para inducir una posición ideológica en los otros. Puedo, incluso, reconocer la existencia de “dios”, si y sólo si se le entiende como “una creencia o cosmovisión, entre otras producidas por la civilización en su milenario desarrollo”. Si le parece, puede darme las evidencias que argumentan su enunciado. Muchas gracias por la atención.

Instituto Salesiano Cúcuta: “Si alguien esta jugando con dados, la probabilidad de lograr un par de seis es una cosa. Pero la probabilidad que el dado este en blanco, y aparezcan los puntos negros es completamente distinto. Lo que Pasteur intento probar siglos atrás, y la ciencia confirma, es que la vida no puede surgir de la no-vida. ¿De dónde vienen la vida humana, animal y vegetal?
Mientras la ciencia ha progresado, no hay descubrimiento científico que contradiga la probabilidad numérica de un Ser Inteligente existente detrás de todo esto. De hecho, mientras más la ciencia descubre acerca de la vida humana y el universo, más complejos y precisamente diseñados nos damos cuenta que lo son. En vez de apuntar afuera de Dios, la evidencia se acumula y orienta hacia una fuente Inteligente. Pero evidencia objetiva no lo es todo.
Millones podrían dar cuenta detallada de su experiencia con Dios. Ellos nos hablarían de sus oraciones atendidas y las asombrosas maneras en que Dios satisfizo sus necesidades, y los guió a través de importantes decisiones personales. Ellos ofrecerían, no solo una descripción de sus creencias, sino reportes detallados de las acciones de Dios en sus vidas. Muchos están seguros que un Dios amoroso existe y les ha mostrado ser fiel. Si tú eres un escéptico, puedes decir con seguridad: "Yo estoy absolutamente en lo cierto y todos ellos están equivocados acerca de Dios".
La Tierra ...su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y su respectiva gravedad contienen una capa delgada compuesta en mayoría de nitrógeno y oxígeno que se extiende a 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Si la Tierra fuese más pequeña, sería imposible que tuviese atmósfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter. La Tierra es el único planeta conocido equipado con una atmósfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos. La Tierra está ubicada a la distancia adecuada del sol. Considere que las temperaturas que tenemos, aproximadamente varían desde -35º C a 50º C. Si la Tierra estuviese un poco más lejos del sol, todos nos congelaríamos. Si estuviese un poco más cerca, nos quemaríamos. Incluso una pequeña variación -una fracción- en la posición de la Tierra con respeto del sol haría imposible la vida sobre la Tierra. La Tierra permanece a una distancia perfecta del sol mientras rota alrededor de él a una velocidad cerca de 107.000 kilómetros por hora. Esta también rotando sobre su eje, permitiendo que la superficie entera de la Tierra sea perfectamente calentada y enfriada cada día. Nuestra luna tiene el tamaño y la distancia de la Tierra perfectos para su atracción gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los océanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes. Agua... incolora, inodora y sin sabor, aun así, ningún ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos están compuestos en su mayoría por agua (alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua). Ahora veamos porque las características del agua son únicas y especiales para la vida: Tiene los puntos de ebullición y de congelamiento inusualmente altos. El agua nos permite vivir en un ambiente de temperaturas cambiantes, mientras mantiene a nuestros cuerpos a una temperatura de 37º C. El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que miles de químicos, minerales y nutrientes sean transportados a través de nuestros cuerpos y hacia los conductos sanguíneos más pequeños. El agua es también químicamente neutra. Sin afectar la composición de las substancias, el agua hace posible que la comida, medicinas y minerales sean absorbidos y usados por el cuerpo. El agua tiene una única tensión superficial que permite que en las plantas pueda fluir hacia arriba a pesar de la gravedad, lo que lleva agua y nutrientes vitales hasta la copa de los árboles más altos. El agua se congela de arriba hacia abajo, y flota de tal manera que los peces pueden sobrevivir en el invierno. Noventa y siete por ciento del agua de la Tierra esta en los océanos. Pero en nuestra Tierra, hay un sistema diseñado que remueve la sal del agua y luego la distribuye por todo el globo. La evaporación toma el agua de los océanos, deja la sal, y forma nubes que son fácilmente movidas por el viento para que dispersen agua sobre la tierra, para la vegetación, los animales y las personas. Es un sistema de purificación y abastecimiento que sustenta la vida del planeta, es un sistema de reciclar y reusar agua.
¿algo por decir? o mas razones?”

Frank: Las dos pero antes de darle continuidad a esta interacción social virtual, deme el gusto de conocer el nombre de la persona que está detrás de ese muro...

Instituto Salesiano Cúcuta:  “esa información es personal”.

Frank: ¿el nombre? es lo más público que existe!

Instituto Salesiano Cúcuta:   Pregunta borrada a posteriori, que pedía que yo le dijera si deseaba hablar con la persona que administra la cuenta de FcBk de la institución educativa o con quién escribió los mensajes [Lo que demuestra que de ese lado hay más de una persona pensando y escribiendo los comentarios; además llama la atención ¿por qué primero piden aclaración y luego borran el comentario?]

Frank: Con quién me ha interpelado.

[Nota: Comentario de un tercero que aboga por finalizar el intercambio de argumentos y solucionar el debate con base en la libertad de creencia. Como no se considera un aporte al debate, este mensaje se eliminó de la actual redacción]

Instituto Salesiano Cúcuta: “si pide argumentos se los doy, no intento cambiar a nadie, asi como él tiene motivos para no creer yo los tengo para creer y como me los pidio se los doy”.

Frank: Esa es la actitud: si se le solicita argumentar, debe darlos razonablemente. La pregunta que le hice parte simplemente de mi honestidad identitaria y de la necesidad de saber si, por lo menos, hablo con una persona mayor de edad. Pienso que es una condición básica para todo vínculo social: saber con quién se trata, ¿no? o ¿habla en nombre de toda una Institución?

Instituto Salesiano Cúcuta: “para que este informado hablo en nombre del Instituto Salesiano Cucuta y los argumentos que vio fueron sacados de un joven de 14 años que con los conocimientos de astronomia, fisica,quimica y de fé que adquierio en el colegio puede dar testimonio... eso es un estudiande SALESIANO!!!”.

[Nota: debido a la negativa de mi interlocutor a identificarse y con base en su confirmación acerca de que representa íntegramente al Instituto Salesiano de Cúcuta dentro de la red social de Facebook, pongo en duda la veracidad de los escasos datos de identidad que él/ella ofrece y decido guiarme por la lógica de suponer que una institución tan antigua y seria, como lo es el colegio Salesiano de Cúcuta, sea capaz de asumir una actitud tan folclórica (moral y legalmente hablando) al delegarle a un menor de edad la labor publicitaria y comunicacional de toda una institución. Razón por la cual elijo responder de manera respetuosa y a la altura de una persona con la edad mental que se refleja en los comentarios hechos en mi muro de Facebook: como un mayor de edad; de igual forma decido actuar democráticamente y compartir esta interacción comunicativa de valor académico, no sólo con mis contactos virtuales sino con los respetables seguidores del Instituto Salesiano Cúcuta]

Frank: Si es así como dice, me parece bueno su interés por el conocimiento. Lo encomio a dejarse seguir guiando por la razón. Por esa misma razón, encuentro justificado y adecuado no dejarlo con sus palabras en el aire y darle una respuesta digna de su interpelación. A pesar de elogiar su enciclopedismo académico a tan corta edad, veo que sus enunciados nada agregan o quitan a mi proposición inicial sobre: "la existencia de Dios si y sólo si se le entiende como una creencia". Lo cual no quiere decir que lo que usted expone no genere polémica.
Recurre a Pasteur para refutar la teoría de la generación espontánea, manejada con alta popularidad desde Aristóteles y admitida por el mismísimo Newton, pero desechada desde el siglo XIX por no adecuarse a la realidad empírica. Con esa movida usted pretende desprestigiar los humildes pero sólidos avances científicos en la resolución del enigma sobre el surgimiento de la vida, tratando así de demostrar erísticamente que: si la Ciencia no ha podido comprobar sus hipótesis, entonces la teoría teológica resulta válida. Y ahí es donde encuentro el mayor error lógico en sus enunciados, pues además de dar muestra de desconocer la historia del desarrollo de las ideas sobre el tema, asume conclusiones que difícilmente se sostienen a partir de los ejemplos que usted mismo retoma.
Mucho antes que Pasteur ya se cuestionaba la teoría abiogenética. Así por ejemplo en medio del 1.500 Fracastoro ya hablaba de las "esporas",  así como durante el 1600 Robert Hooke hacía esquemas de algunos microorganismos (labor científica de la cual pudo acuñar el término "célula") y Browne empezaba a cuestionar los puntos débiles de la idea sobre la generación espontánea de la vida. Análogamente, comprobaciones experimentales como las de Redi, en el mismo siglo XVII, permitieron determinar que para que se presente el proceso de descomposición de la materia orgánica, hace falta la acción de otros organismos (como las moscas); o la de van Leeuwenhoek quién planteó el asunto de los protozoos y las bacterias; o el gran aporte de Spallanzani, quién determinó que los microorganismos están presentes en el aire y que se les puede neutralizar a partir de la técnica del hervido.
No obstante, a partir de una historia oficial y superficial de las ciencias, se puede decir que fue hasta el siglo XIX con Luis Pasteur que se comprobó empíricamente que en medios estériles no se activa ningún proceso de generación de vida. A mi forma de entender, de ese magno evento cognoscitivo, es lícito deducir que:
1) la refutación a la teoría de la generación espontánea no fue un conejo sacado del sombrero de un fiel creyente (Pasteur) en un momento de epifanía cristiana sino el resultado de una serie de descubrimientos y comprobaciones que se fueron presentando en el despliegue de la historia de las ciencias. Lo cual permite entender que el método a partir del cual ellas trabajan parte de la imposibilidad de acceder de una vez y para siempre a verdades totalitarias e inmutables y que, por el contrario, éste se basa en el ensayo y error que permite poner a prueba las hipótesis en pro de su confirmación o de su descarte;
y 2) lo que los amigos de la verdad desde el siglo XVI en adelante permiten afirmar, es la invalidez del modelo tradicional en que se explicaba el asunto de la generación de la vida desde los griegos, ¡nada más! Es decir, lo que Pasteur permitió validar es -lo que a grandes rasgos se puede llamar- la teoría celular, lo que se puede entender como un modelo teórico que tiene en cuenta el requerimiento de contar con formas de vida elementales y antecesoras para explicar la evolución de las formas de vida superior (lo que en la reseña anterior mostré que se han llamado como esporas, protozoos, bacterias o en general: microorganismos). Lo cual ha dado origen desde el siglo pasado a estudios que se enfocan en la consecución de los elementos vitales básicos y del ambiente en que la conjunción de éstos se hizo favorable para dar paso a la vida; los cuales han mutado desde el modelo celular, pasando por el modelo atómico y llegando en la actualidad al modelo de las partículas.
Por eso, es necesario ser enfático al decir que en ningún momento el refutar la teoría abiogenética puede conceder automáticamente validez a la hipótesis teológica. Esa es una pretensión difícil de sostener, por lo menos en términos rigurosamente racionales. Si a caso, como dije antes, lo que se puede alegar es que, teniendo en cuenta que no es posible recrear los elementos, las condiciones y las circunstancias originarias de la vida, es decir, que no es posible elaborar un experimento en el cual de manera tangible se observe, se mida, se pruebe y se compruebe tal proceso originario; entonces -por ahora- todas las hipótesis están en una competencia pareja por demostrar su verdad y la naturaleza de esa verdad. Y cuando digo todas, son todas: la teológica, la del Bin Bang, la genética, la metabólica, la de la vida pre-existente en forma extraterrestre, la molecular, la de las partículas, la del polifosfato, la de degradación de los lípidos, la de la ecopoiesis y cualquier otra plausible.
En esa medida, sólo se puede medir la validez de estas teorías en orden de su grado de verosimilitud, es decir, de su coherencia argumentativa y de su capacidad de adecuarse a los hechos. Realidad epistémica que deja a todas las posibilidades explicativas en un marco conjetural y probabilístico, así como sujetas a una pugna mutua en pro del prestigio social. Por eso es que no es descabellado entender la ciencia como una forma, entre otras, de producción de creencias sociales.
En este orden de ideas, parece sospechoso que en el debate sobre el origen de la vida el discurso teológico recurra a la estructura misma del proceso de producción de conocimiento científico para aumentar su poder de sugestión en los creyentes y en las personas desorientadas -las cuales pululan en este sistema capitalista cada vez más hiperconsumista-. Es decir, todos los esfuerzos que la ciencia ha hecho en su historia para emanciparse de la doctrina cristiana hegemónica (incluidas las sistemáticas comprobaciones y correcciones de sus proposiciones) son tomadas por la iglesia católica (según sus comentarios) como indicios  que condenan de antemano la facultad del hombre para resolver estos interrogantes existenciales confiando sólo en su propia razón y, por ende, como evidencias de la supuesta necesidad de volver al mito de Dios, que a todo le sabe conferir su sacro sentido.
Por lo tanto, es mínimamente ambigua la estrategia de desprestigiar el discurso científico, jocosamente, recurriendo a conocimientos que han sido producidos a partir de la labor científica (!). Según mis principios éticos, resulta hasta insolente una tal actitud.
Análogamente, es paradójico que se haga alusión a todos los detalles de la naturaleza y del universo que, en su interacción coordinada, generan y sustentan la vida en nuestro planeta; desconociendo que en todo ello está implícito el problema de las contingencias o de los accidentes dentro del estudio de la causalidad (lo cual está ya en la Física de Aristóteles cuando trata del Autómaton y la Tyché, y que se puede encontrar actualmente dentro del enfoque epistémico del Pensamiento Complejo).
Por su parte, el teólogo ortodoxo y conservadurista elige resaltar la perfección de la Physis como "evidencia" máxima de la idea de Dios, de la inteligibilidad de esta entidad netamente metafísica. La cual justifica su permanencia en el debate por una supuesta necesidad, ¿de qué? de sentido, de cierre, de coherencia doctrinal o simplemente como defensa ante la angustia inminente de encarar estas cuestiones y como medio de contención social de las pasiones individuales.
Frente al enigma del surgimiento de la vida, el modelo teológico opta por ofrecer una posición mitológica y mística de semblante matemático (al mejor estilo platónico) que, al carecer de demostración empírica, recurre a la "fe" como comodín para infiltrar en la mente de las personas creencias que, aunque no son comprobables, tienen el éxito de des-angustiar al público general frente al vacío y el sin sentido inmanente al enigma del origen de la vida.
Por el contrario la idea que tengo -y que ejerzo- sobre el modelo académico-científico, es la de una disciplina que asume confrontar los hechos y deshacerse de los velos románticos que hacen del hombre un ser egocéntrico que se cree el centro de la naturaleza, un proceder que permite desmantelar narraciones que le venden al sujeto la idea de la existencia de un sentido de vida para el cual él ha estado desde siempre destinado, haciéndole creer (a priori, extra-terrenal y anti-antropomórficamente) en un sentido teleológico de su existir y del universo. Por el contrario, aún corriendo el riesgo de experimentar momentos de sinsabor o frustración acarreados por su actividad descontructivista, el científico de vocación prefiere responder frente a una auténtica pregunta: "no se sabe, no hay aún una respuesta válida para eso" y a partir de ese reconocimiento de la falta de saber inherente a la naturaleza humana (y no con prepotencia divina) seguir pesquisando con insaciable sed de conocimiento.
En ese sentido, la razón y la capacidad de comprobación son para el hombre lo que el olfato es para un sabueso. De modo que el buen científico sólo cree en su capacidad gradual y limitada de producción de conocimiento válido para manipular y predecir los fenómenos de la naturaleza en la que habita y que lo habita. Posición ética que no claudica aún cuando sus descubrimientos puedan herir los más estimados valores humanos o los más altos intereses de las clases dominantes. Tal como por ejemplo lo hizo Nicolás Copérnico en el siglo XVI al establecer que la tierra no era el centro de nuestra galaxia sino que los planetas giraban alrededor del sol (en contraste con la teoría geocéntrica de Aristarchus; c. 310 a. C. - c. 230 a. C.) o como lo hizo Sigmund Freud a inicios del siglo XX cuando corrigió el sentido común (tanto de las élites intelectuales y humanísticas como del ciudadano de a píe) que rezaba que el Yo y el pensamiento consciente son el centro de la actividad mental,  a través de su descubrimiento de la existencia y la función angular del pensamiento inconsciente dentro del acontecer anímico y de la causalidad del comportamiento individual y colectivo.
Grandes revoluciones científicas pagadas con el precio de afrentas narcisistas a los ideales de superioridad humana. Proceder que le costó, no a pocos valientes y honestos científicos, la exclusión social, el destierro o hasta sus mismas vidas, al ser catalogados de herejes y recibir las prácticas punitivas institucionalizadas para tales casos. No en vano la iglesia y sus representantes humanos han sido, en varias ocasiones, un obstáculo para el genuino desarrollo investigativo en la historia de la humanidad; aún cuando, paradójicamente, haya que reconocer su apasionada labor cultural pro niños y jóvenes.
Para finalizar entonces vuelvo con mi tesis inicial: "dios existe si y solo si se le entiende como una creencia” a lo cual agrego ahora: “creencia que tiene cierta funcionalidad, a nivel subjetivo y dentro de la dinámica social, en aquellos que no han podido romper los esquemas mentales predominantes en el contexto cultural en que nacieron y en el que se formaron o para quienes, aun conociendo otras posibilidades de vida, voluntariamente deciden permanecer en esa orilla”. Lo cual es total y legítimamente respetable en términos morales e ideológicos pero no puede llegar a convertirse en una suerte de investidura diplomática de los postulados teológicos que le permita a los representantes de la teoría creacionista eludir el respectivo análisis de los enunciados que componen el cuerpo doctrinal de sus creencias o evitar el desmantelamiento de las ideas implícitas en su discurso, mucho menos cuando están abiertos al debate e interactúan con el discurso académico-científico.
Por lo tanto, ir más allá y sostener que “Dios” existe fácticamente y que, incluso, siendo éste de naturaleza metafísica o un ente inteligible, sea entonces el origen de la materia, el motor de la energía vital o la razón de ser y el límite mismo del mundo natural, ¡resulta ser un asunto de fe, más no de evidencia! No como se suele sostener con fuerte convencimiento pero erráticamente...
Sin embargo, como interpreto un interés o una curiosidad cognoscitiva en su gesto de leerme, lo invito amablemente a que no se apresure a conceder valor de verdad totalitaria a los contenidos que hasta ahora han llegado a su mente, y a que aproveche su juventud y la oportunidad que le ofrece el momento histórico que usted vive para que le dé rienda suelta a su espíritu descubridor e indague sobre lógica paraconsistente, así como sobre el lugar y la función del vacío y de lo real en toda forma de conocimiento: desde la geometría, las matemáticas -de conjuntos-, la topología, la astronomía, la física, la biología, la fisiología e, incluso, dentro de las Ciencias Sociales y Humanas como la sociología, la psicología, la filosofía, las ciencias políticas, el derecho, la antropología y las mismas artes. Ésto, para que no sólo se exprese con base en una lógica clásica o proposicional y pueda así ampliar sus fronteras cognitivas y, por ende, sus límites lingüísticos. De igual manera, lo encomio a que lea sobre el bosón de Higgs o lo que llaman "la partícula de dios", del cual los científicos del Centro Europeo de Física de Partículas tienen interesantes indicios y dicen que se acercan, cada vez más, a su posible comprobación experimental. Con lo cual se daría un gran paso en la invalidación lógica de la teoría creacionista; aún temiendo de antemano que la iglesia tergiverse y adecué nuevamente los progresos científicos para su perpetuación en el cenit de las creencias culturales.
Cierro con las palabras de un gran judío que supo emanciparse de los lastres ideológicos que lo antecedían y rodeaban para hacer de su vida una obra de ciencia:
                                    "el que no tenga ciencia ni arte, que tenga religión" [S. Freud].



[Así quedó el debate hasta febreo 2 de 2012]

El Gran Misterio


“Imaginemos una novela de misterio perfecta. Este tipo de relato presenta todos los datos y pistas esenciales y nos impulsa a descifrar el misterio por nuestra cuenta. Siguiendo la trama cuidadosamente, podremos aclararlo nosotros mismos un momento antes de que el autor nos dé la solución al final de la obra. Esta solución, contrariamente a los finales de las novelas baratas, nos resulta perfectamente lógica; más aún, aparece en el preciso momento en que es esperada.
¿Podemos comparar al lector de semejante libro con los hombres de ciencia, quienes generación tras generación continúan buscando soluciones a los misterios del gran libro de la naturaleza? Sólo en parte y superficialmente. En realidad esta comparación no es válida y tendrá que abandonarse luego.
El gran misterio permanece aún sin explicación. Ni siquiera podemos estar seguros de que tenga unas solución final. La lectura nos ha hecho progresar mucho; nos ha enseñado los rudimentos del lenguaje de la naturaleza; nos ha capacitado para interpretar muchas claves y ha sido una fuente de gozo y de satisfacción en el avance a menudo doloroso de la ciencia. A pesar del gran número de volúmenes leídos e interpretados, tenemos conciencia de estar lejos de haber alcanzado una solución completa, si en realidad existe.
En cada etapa tratamos de encontrar una interpretación que tenga coherencia con las claves ya resueltas. Provisionalmente se han aceptado teorías que han explicado muchos hechos, pero no se ha encontrado aún una solución general compatible con todas las claves conocidas. Muy a menudo una teoría que parecía perfecta resultó, más adelante, inadecuada a la luz de nuevos e inexplicables hechos. Cuanto más leemos, tanto más apreciamos la perfecta realización del libro, aun cuando la solución completa parece alejarse a medida que avanzamos hacia ella.
En casi todas las novelas policíacas, desde la aparición de Conan Doyle, existe un momento en el cual el investigador ha reunido todos los datos que cree necesarios para resolver al menos una fase de su problema. Estos datos aparecen, a menudo, completamente extraños, incoherentes y sin relación alguna entre sí. Pero el gran detective se da cuenta, sin embargo, de que necesita por el momento acumular más datos y de que llegará a su correlación con pensar, y sólo pensar, sobre la investigación que le preocupa.
Por lo tanto, se pone a tocar su violín o se recuesta en un sillón para gozar de una buena pipa; y repentinamente, “¡por Júpiter!”, exclama: “¡ya está!”. Es decir, que ahora ve claramente la relación entre los distintos hechos, antes incoherentes, y los ve vinculados además a otros que no conocía pero que debe de haberse producido necesariamente; tan seguro está nuestro investigador de su teoría del caso, que, cuando lo desee, saldrá a reunir los datos previstos, los cuales aparecerán como él los previó.
El hombre de ciencia leyendo el libro de la naturaleza, si se nos permite decir esta trillada frase, debe encontrar la solución él mismo, porque no puede, como suelen hacer ciertos lectores impacientes, saltar hacia el final del libro. En nuestro caso, el lector es al mismo tiempo el investigador, que trata de explicar, por lo menos en parte, los numerosos hechos conocidos. Para tener tan sólo una solución parcial, el hombre de ciencia debe reunir los desordenados datos disponibles y hacerlos comprensibles y coherentes por medio del pensamiento creador.”

Albert Einstein & Leopold Infeld, 1938

Albert Einstein - "¿Por qué socialismo?" [Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949]

"¿Debe quien no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre el socialismo? Por una serie de razones creo que sí. Permítasenos primero considerar la cuestión desde el punto de vista del conocimiento científico. Puede parecer que no haya diferencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptabilidad general para un grupo circunscrito de fenómenos para hacer la interconexión de estos fenómenos tan claramente comprensible como sea posible. Pero en realidad estas diferencias metodológicas existen. El descubrimiento de leyes generales en el campo de la economía es difícil porque la observación de fenómenos económicos es afectada a menudo por muchos factores que son difícilmente evaluables por separado. Además, la experiencia que se ha acumulado desde el principio del llamado período civilizado de la historia humana          —como es bien sabido— ha sido influida y limitada en gran parte por causas que no son de ninguna manera      exclusivamente económicas en su origen. Por ejemplo, la mayoría de los grandes estados de la historia debieron su existencia a la conquista. Los pueblos conquistadores se establecieron, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país conquistado. Se aseguraron para sí mismos el monopolio de la propiedad de la tierra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, con el control de la educación,  hicieron de la división de la sociedad en clases una institución permanente y crearon un sistema de valores por el cual la gente estaba a  partir de entonces, en gran medida de forma inconsciente, dirigida en su comportamiento social. Pero la tradición histórica es, como se dice, de ayer; en ninguna parte  hemos superado realmente lo que Thorstein Veblen llamó «la fase depredadora» del desarrollo humano. Los hechos económicos observables pertenecen a esa fase e incluso las leyes que podemos derivar de ellos no son aplicables a otras fases. Puesto que el verdadero propósito del socialismo es precisamente superar y avanzar más allá de la fase depredadora del desarrollo humano, la ciencia económica en su estado actual puede arrojar poca luz sobre la sociedad socialista del futuro. En segundo lugar, el socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por sí mismos son concebidos por personas con altos ideales éticos y —si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos— son adoptados y llevados adelante por muchos seres humanos quienes, de forma semi-inconsciente, determinan la evolución lenta de la sociedad. Por estas razones, no debemos sobrestimar la ciencia y los métodos científicos cuando se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los expertos son los únicos que tienen derecho a expresarse en las      cuestiones que afectan a la organización de la sociedad. Muchas voces han afirmado desde hace tiempo que la sociedad humana está pasando por una crisis, que su estabilidad ha sido gravemente dañada. Es característico de tal situación que los individuos se sienten indiferentes o incluso hostiles hacia el grupo, pequeño o grande, al que pertenecen. Como ilustración, déjenme recordar aquí una experiencia personal. Discutí recientemente con un hombre inteligente y bien dispuesto la amenaza de otra guerra, que en mi opinión pondría en peligro seriamente la existencia de la humanidad, y subrayé que solamente una organización supranacional ofrecería protección frente a ese peligro. Frente a eso mi visitante, muy calmado y tranquilo, me dijo: «¿Por qué se opone usted tan profundamente a la desaparición de la raza humana?» Estoy seguro de que hace tan solo un siglo nadie habría hecho tan ligeramente una declaración de esta clase. Es la declaración de un hombre que se ha esforzado inútilmente en lograr un equilibrio interior y que tiene más o menos perdida la esperanza de conseguirlo. Es la expresión de la soledad dolorosa y del aislamiento que mucha gente está sufriendo en la actualidad. ¿Cuál es la causa? ¿Hay una salida? Es fácil plantear estas preguntas, pero difícil contestarlas con seguridad. Debo intentarlo, sin embargo, lo mejor que pueda, aunque soy muy consciente del hecho de que nuestros sentimientos y esfuerzos son a menudo contradictorios y obscuros y que no pueden expresarse en fórmulas      fáciles y simples. El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social. Como ser solitario, procura proteger su propia existencia y la de los que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar sus capacidades naturales. Como ser social, intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus dolores, y para mejorar sus condiciones de vida. Solamente la existencia de estos diferentes y frecuentemente contradictorios objetivos por el carácter especial del hombre, y su      combinación específica determina el grado con el cual un individuo puede alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad. Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijada hereditariamente. Pero la personalidad que finalmente emerge está determinada en gran parte por el ambiente en el      cual un hombre se encuentra durante su desarrollo, por la estructura de la  sociedad en la que crece, por la tradición de esa sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto «sociedad» significa para el ser humano individual la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y con todas      las personas de generaciones anteriores. El individuo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por sí mismo; pero él depende tanto de la sociedad —en su existencia física, intelectual, y emocional— que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del marco de la sociedad. Es la «sociedad» la que provee al hombre de alimento, hogar, herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se ocultan detrás de la pequeña palabra «sociedad». Es evidente, por lo tanto, que la dependencia del individuo de la sociedad es un hecho que no puede ser suprimido —exactamente como en el caso de las hormigas y de las abejas. Sin embargo, mientras que la vida de las hormigas y de las abejas está fijada con rigidez en el más pequeño detalle, los instintos hereditarios, el patrón social y las correlaciones de los seres humanos son muy susceptibles de cambio. La memoria, la capacidad de hacer combinaciones, el regalo de la comunicación oral han hecho posible progresos entre los seres humanos que son dictados por necesidades biológicas. Tales progresos se manifiestan en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura; en las realizaciones científicas e ingenieriles; en las obras de arte. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su vida y que puede jugar un papel en este proceso el pensamiento consciente y los deseos.     El hombre adquiere en el nacimiento, de forma hereditaria, una constitución biológica que debemos considerar fija e inalterable, incluyendo los impulsos naturales que son característicos de la especie humana. Además, durante su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad con la comunicación y a través de muchas otras clases de influencia. Es esta constitución cultural la que, con el paso del tiempo, puede cambiar y la que determina en un grado muy importante la relación entre el individuo y la sociedad como la antropología moderna nos ha enseñado, con la investigación comparativa de las llamadas culturas primitivas, que el comportamiento social de seres humanos puede diferenciar grandemente, dependiendo de patrones culturales que prevalecen y de los tipos de organización que predominan en la sociedad. Es en esto en lo que los que se están esforzando en mejorar la suerte del hombre pueden basar sus esperanzas: los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos. Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud cultural del hombre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar. Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para todos los efectos prácticos, inmodificable. Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos han creado condiciones que están aquí  para quedarse. En poblaciones relativamente densas asentadas con bienes que son imprescindibles para su existencia continuada, una división del      trabajo extrema y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos —que, mirando hacia atrás, parecen tan idílicos— en los que individuos o grupos relativamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para siempre. Es solo una leve exageración decir que la humanidad ahora constituye incluso una comunidad planetaria de producción y consumo. Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente, mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se deterioran      progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad. La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la      capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares. En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré «trabajadores» a todos los que no compartan la propiedad de los medios de producción — aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es «libre», lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto. El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de      unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos. La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de «contrato de trabajo libre» para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo «puro». La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un «ejército de parados». El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la      consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a esa amputación de la conciencia social de los individuos que mencioné      antes. Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo.  Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura. Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las      necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la      glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual. Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?"

Los palestinos renuevan su energía contra la ocupación israelí

972mag

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

La amenaza de colapso de la Autoridad Palestina fuerza a Netanyahu, que humilló a Abbas y a su gente tan a menudo como le fue posible, a tratar de aplacarlos.
Miles de personas congregadas en el centro del municipio Sa'ir para el funeral de Arafat Jaradat. (Foto)
A principios de esta semana, cuando los disturbios palestinos amenazaron con desbocarse, sobre todo ante la amenaza de muerte de uno de los presos en huelga de hambre, ¿qué hizo Netanyahu? Transigió. El domingo anunció que entregará los impuestos aduaneros de enero a la Autoridad Palestina, impuestos que retuvo para castigar a Mahmoud Abbas por lograr el pasado noviembre el reconocimiento de un Estado palestino en la ONU.
Los palestinos lanzan piedras y cócteles molotov a los soldados israelíes, las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina no hacen nada para detenerlos ¡Y Bibi Netanyahu inmediatamente los recompensa con un centenar de millones de dólares! (Así es como lo habría calificado el propio Netanyahu si otro primer ministro hubiera hecho lo que acaba de hacer él).
¿Qué está pasando aquí? Respuesta: Netanyahu tiene miedo. A lo que más miedo tiene es a que se derrumbe la Autoridad Palestina, o a su efectivo colapso, lo que significaría que dejaría de desempeñar el papel de colaborador de Israel en el mantenimiento de un férreo control de la rebelión palestina, y con ello forzaría a las tropas israelíes a volver a las ciudades, pueblos y campos de refugiados de Cisjordania y a hacer todo el trabajo sucio ellos mismos, como lo hacían antes de los Acuerdos de Oslo.
Esa es la pesadilla israelí, o al menos la pesadilla de los israelíes a quienes pagan por supervisar la Ribera Occidental. Si la Autoridad Palestina deja de vigilar a los palestinos y el ejército israelí y la policía de fronteras ocupan su lugar, esto no sólo requerirá decenas de miles de israelíes, incluidos reservistas, para ir a devolver a los palestinos a  sus jaulas y mantenerlos allí, sino que además significaría un regreso a las pantallas de televisión del mundo, las escenas de los David contra Goliat de la primera Intifada de hace 25 años. Esto no sólo significaría muertos y heridos israelíes, sino además un número mucho mayor de víctimas palestinas. Si en tal situación los palestinos arrojasen piedras y cócteles molotov contra la potencia de fuego de Israel, y sobre todo si esto llegara a suceder en un momento de rechazo derechista a Netanyahu, sería un desastre para Israel y el camino de los palestinos hacia la victoria.
Puede que no ocurra, pero es la dirección que siguen los acontecimientos. En las últimas semanas, por primera vez desde que Abbas asumió el poder en 2004, la Autoridad Palestina no ha hecho su trabajo sobre el terreno todo lo bien que deben hacerlo los buenos colaboradores. Netanyahu, al parecer, está a punto de matar a la gallina de los huevos de oro castigando económicamente a la Autoridad Palestina, destrozándola políticamente con los años de expansión de los asentamientos y la indiferencia diplomática. Con la huelga de hambre de los presos políticos como faro de la opinión pública palestina, Abbas y su gente han hecho suya la causa, con los jefes de seguridad de la AP presuntamente promoviendo la huelga tras  la escena. Mientras tanto han dejado que los manifestantes en las calles arrojen todas las piedras y bombas incendiarias que quieran.
Todos saben que las cosas pueden irse de las manos y que las fuerzas de la AP no puedan controlar los acontecimientos aunque quieran, y Abbas y su gente continúan con su conducta. Están tratando de domar al potro, pero saben que podría arrojarlos fuera. ¿Qué opción tienen? ¿Qué decisión les ha dejado Israel? ¿Qué incentivo les ha dado Israel para mantener la represión sin darles siquiera la seguridad de que cobrarán sus sueldos? ¿Por qué no habrían de volver a la buena voluntad de sus hermanos movilizados antes de que sea demasiado tarde?
Así Netanyahu, quien hasta ahora no perdió oportunidad de humillar a Abbas, está obligado a apaciguarlo. El equilibrio de poder ha cambiado. Aunque no del todo. Sospecho que el funeral del prisionero Arafat Jaradat, ocurrido ayer, al que asistieron 25.000 personas, transcurrió sin incidentes debido a que la AP así lo quería, ya que no está listo todavía para "entregar las llaves", como sigue amenazando Abbas. La Autoridad Palestina tiene cerca de 1.000 millones de dólares anuales de donantes extranjeros, uno de cada tres palestinos en la Ribera Occidental y Gaza depende de sus salarios, su policía, los tribunales y otras instituciones públicas que desarrollan la vida en la sociedad palestina. Si la Autoridad Palestina colapsa también sería una pesadilla para los palestinos. Pero obligando a que Israel controle nuevamente todos los rincones de la Ribera Occidental, arrojando al tejado el coste de la ocupación, el colapso de la Autoridad Palestina también podría ser la puerta de entrada de los palestinos a la libertad.
En cierto sentido  ahora Abbas y Netanyahu están jugando a "Lanza al Pollo" (*) el ganador es el que muestra mayor audacia y se detiene justo antes de dejar caer a la Autoridad Palestina. Ambos pueden perder. La Autoridad Palestina puede caer por la demanda popular. Pero en este punto me gustaría dar la ventaja a Abbas porque tiene mucho menos que perder y se ve obligado por las masas de gente que es mucho más audaz que él. De todos modos, Abbas y los 2,5 millones de habitantes de Cisjordania tienen más poder frente a Israel de lo que han tenido en mucho tiempo. Están amenazando el poder que los controla.
El mérito es primero de los huelguistas de hambre, comenzando con Khader Adnan hace un año, y por supuesto de la ceguera de Israel nacida de la arrogancia. Sé que es posible, pero me resulta difícil imaginar a los palestinos retrocediendo a la pasividad y la desesperación y a la Autoridad Palestina volviendo a la obediencia, porque esta "resistencia popular", al menos hasta ahora, está funcionando.
Nota:
(*) Juego on line que consiste en ayudar al pollo a recorrer el corral lanzándole y ayudándole a aterrizar de manera segura. Instrucciones: utilizando el ratón, arrastra al pollo para aumentar su fuerza y lanzarle. Hay muchos sitios donde aterrizar. Algunos dan puntos, mientras que otros son peligrosos para él.
Fuente: http://972mag.com/palestinians-wielding-new-power-against-israeli-rule/66756/

La historia que no cuenta “Argo”, ganadora del Oscar a mejor película

matrizur.org


Lo que hicieron los agentes de la CIA en Irán trajo como consecuencia la instalación de un régimen islámico extremista, pero en el largometraje de Ben Affleck solo se destaca el lado heroico de un operativo secreto que no representa lo que realmente sucedió. “Mi gran pecado, quizás el más grande de todos, ha sido haber nacionalizado el petróleo de Irán y haber desmontado el sistema de explotación del más grande imperio”. (Muhammad Mossadegh)
La película de Ben Affleck Argo transforma en una extraordinaria victoria de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) lo que en realidad fue el mayor fiasco de su historia: la intromisión en Irán.
A partir del relato del rescate de un grupo de seis empleados de la embajada de Estados Unidos en Teherán, que burló el cerco de los revolucionarios islámicos y escaparon del convulsionado país, Affleck presenta la “Operación Argo” como la mayor expresión de la eficiencia de la CIA. Para lograr su objetivo, se vale de un verdadero acto heroico que protagonizó el agente Tony Méndez (encarnado por el propio Ben Affleck) para salvar a sus compatriotas, en 1979. El largometraje proyecta la imagen de que la CIA cumplió una extraordinaria labor en un país capturado por fanáticos islámicos, terroristas barbudos de ojos desorbitados, envilecidos por el odio a los Estados Unidos. No es cierto.
La historia de la CIA en Irán comenzó en 1952, mucho antes de la “Operación Argo”. Lo que hizo la agencia en Irán se mantuvo en secreto durante medio siglo, hasta que el 16 de abril del 2000, el reportero James Risen, del periódico The New York Times, destapó un informe de la misma agencia que desvela su vergonzoso papel.
Reconocía que promovió, financió y ejecutó un golpe de Estado para desalojar a un gobernante legítimamente elegido, Mossadegh, y reemplazarlo por un títere, el sha. Lo de Irán fue el primer golpe de Estado de la CIA en el planeta y será un modelo que repetirá incansablemente.
Con la desclasificación de numerosos documentos secretos de la CIA, entre ellos los conocidos como “Las joyas de la familia”, otros dos periodistas del The New York Times, Stephen Kinzer y Tim Weiner, en las investigaciones de reciente publicación Todos los hombres del Sha (2005) y Legado de cenizas: historia de la CIA (2008) relatan lo que realmente perpetró la agencia. En esos libros, que Affleck parece no haber leído, los iraníes no aparecen como en su película: una banda de islámicos locos, desadaptados e ignorantes.

La conspiración Irán no estaba en el mapa de los intereses de la CIA cuando el 20 de marzo de 1951 el primer ministro Muhammad Mossadegh nacionalizó la industria petrolífera que durante 38 años se encontraba bajo el control de la poderosa Compañía de Petróleo Anglo-Persa, cuya propiedad era en parte del gobierno de Gran Bretaña.
Al descubrir Mossadegh que los británicos conspiraban en su contra para expulsarlo, clausuró la embajada en Teherán y expulsó a los funcionarios, entre ellos a varios agentes del servicio secreto MI6. Es entonces que Londres recurrió a Washington.
“En aquellos años, atreverse a tomar una medida como la que había adoptado Mossadegh era comparable a lanzar repentina e inesperadamente una bomba sobre Londres o Washington”, escribió el reportero polaco Ryszard Kapuscinski, que estuvo en Teherán durante la revolución islámica y es autor de El Sha o la desmesura del poder (1982).
“Pero aquel día memorable (de la nacionalización de la Compañía de Petróleo Anglo-Persa) los iraníes aún no sabían que había cometido un crimen y que habrían de pagar con un castigo severísimo”, advirtió Kapuscinski. El castigo sería el derrocamiento de Mossadegh –diseñado por la CIA–, la devolución del petróleo a los británicos y la entronización del sha Muhammad Reza como dictador monárquico durante 26 años.
En plena Guerra Fría, los británicos acusaron a Mossadegh de comunista y advirtieron que si no se le detenía los soviéticos convertirían Irán en un satélite rojo.
Como lo demuestra Stephen Kinzer en su libro, la acusación era falsa, pero en esa época de “caza de brujas” resultó muy efectiva.

Sed de petróleo El gobierno de Dwight D. Eisenhower, convencido de que se trataba de una cruzada anticomunista, resolvió apoyar a los británicos y dio luz verde a la CIA para sacar a Mossadegh. El encargado de la “Operación Ájax” para defenestrar al primer ministro nacionalista fue Kermit Roosevelt Jr., nieto del ex presidente Theodore Roosevelt (1901-1909).
“El plan de la ‘Operación Áyax’ preveía una intensa campaña psicológica contra Mossadegh, seguida del anuncio de que el sha lo había destituido del cargo”, escribió Stephen Kinzer. “Las turbas y las unidades militares cuyos jefes estaban en la planilla de la CIA se encargarían de aplastar cualquier intento de resistencia por parte de Mossadegh. Luego se haría saber que el sha había elegido al general Fazlollah Zahedi, un militar retirado que había recibido más de 100 mil dólares de la CIA, como nuevo primer ministro de Irán”.
Todo se cumplió, aunque no exactamente como estaba previsto.
El 13 de agosto de 1953, el sha suscribió el decreto de destitución de Mossadegh y el nombramiento de Zahedi. Sin embargo, el primer ministro, al detectar la conspiración, ordenó capturar al emisario del documento y paralizó el golpe. El sha escapó a Roma y Zahedi se ocultó en Teherán. La población salió a las calles en apoyo a Mossadegh, pero pronto todo cambiaría.
En los días siguientes los militares, bajo la influencia de la CIA, desataron una represión masiva y abrieron paso a multitudes a favor del sha dirigidas y subvencionadas por Kermit Roosevelt. Zahedi regresó a escena y el 19 de agosto encabezó el arresto y destitución de Mossadegh. Recién, entonces, el 22 de agosto, el sha regresó a Teherán para continuar con su reinado, esta vez con poderes dictatoriales.
Según el periodista Thomas Powers, autor de Guerras de Inteligencia: la historia secreta de EEUU desde Hitler hasta Al Qaeda (2002), el sha le dijo a Roosevelt: “Le debo mi trono a Dios, a mi pueblo, a mi ejército y ¡a usted!”. Es decir, a la CIA.

Todo era cierto El régimen dictatorial del sha instaló la Organización de Inteligencia y Seguridad Nacional (Savak), un salvaje aparato de represión y asesinato que sembró el miedo y la muerte. Los iraníes sabían que la destrucción de su democracia había sido obra de la CIA. El sentimiento adverso a los estadounidenses se convirtió en un odio profundo que alentó al movimiento revolucionario islámico, liderado por el ayatolá Jomeini.
Por eso, cuando los fundamentalistas tomaron el poder y desalojaron al sha, se exaltaron el día que el presidente Jimmy Carter informó que acogería al defenestrado monarca. En represalia, el 4 de noviembre de 1979, los seguidores de Jomeini capturaron la embajada y tomaron en rehenes a 52 norteamericanos.
La “Operación Argo” fue solo para sacar del país a seis estadounidenses que se escondieron en la embajada de Canadá. Pero al resto los iraníes los mantuvieron cautivos durante 444 días. Las fuerzas norteamericanas no pudieron rescatarlos. En un verdadero acto de humillación, los iraníes los dejaron en libertad solo después de que concluyó el gobierno de Carter.
“La toma de los rehenes estadounidenses fue un acto de venganza de los iraníes por el golpe de la CIA de 1953 en Irán. El legado de esa operación (Ájax) iría mucho más allá de la terrible experiencia sufrida por los estadounidenses”, escribió Tim Weiner.
Eso es algo más que no se ve en Argo, la película.

Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=25273

El Estado único en Palestina ¿Problema de judaización o de mera existencia de “Israel”?

The Free Arab Voice

Traducido del árabe para Rebelión por Antonio Martínez Castro.

El discurso contra la “judaización de Israel” se canaliza por dos caminos: el inconsistente camino de la negociación y el otro firme de la resistencia.  Hay quien parte del rechazo a la judaización de Israel para terminar defendiendo la postura de un Estado para todos sus ciudadanos, o un Estado binacional, y considera que esta solución es una respuesta a las pretensiones de conferir una pura identidad judía al Estado de Israel. Este camino conduce a: 1- Negar la identidad árabe de Palestina por considerar que pertenece a todos sus ciudadanos, incluidos los invasores, o al reconocerle una identidad compartida judía y árabe. 2- Exigir que se conviva con el invasor dentro del marco de los derechos del ciudadano, con lo que se reemplaza la estrategia principal de liberación por una lucha contra la discriminación racial. 3- Adoptar medios pacíficos en la lucha aliándose con los “judíos progresistas”. ¡Amén!
Consideran que el proyecto de un único estado es más “realista” que el de unos territorios palestinos dispersos que ocupen la superficie equivalente a la de las fronteras del 67, es decir, los 6200 kilómetros cuadrados de los que habla Mahmud Abbas. Los defensores de un único estado aportan argumentos sobre la inviabilidad del estado palestino: aducen que la construcción del muro racista y expansivo ha frustrado dicho proyecto, que es imposible establecer un estado en cantones dispersos, que los israelíes no van a permitir la creación de un estado palestino que se convierta en una base contra ellos, etc.
La verdad es que los dos proyectos basados en negociaciones, el de los cantones y el de un único Estado, coinciden en que hay que convivir con los judíos en Palestina, en que hay que renunciar al derecho histórico de una Palestina árabe y en que hay que abandonar la lucha armada y el objetivo de liberar la tierra. Desde este punto de vista la diferencia entre ambos proyectos es similar a la diferencia que hay entre el partido Laboralista y el partido Likud en el seno de la entidad sionista, o a la que hay entre el partido Republicano y el Demócrata en Estados Unidos. Pues lo importante en ambos proyectos es que surgen como oposición a la vía de la resistencia, a la liberación de la tierra y a su carácter árabe. De hecho ambos pasan por anular los tres artículos más importantes del Pacto Nacional Palestino, antes de ser revisado, que proclaman que Palestina es árabe, que la lucha debe ser armada y el sexto punto del Pacto que no reconoce como palestinos a los judíos llegados a Palestina después de iniciado el proyecto sionista. Ésta, por supuesto, es la postura natural que se espera de cualquier país frente a sus invasores.
Por el contrario, aquellos que rechazan la judaización de Israel desde la base del carácter árabe de Palestina, empiezan por negar el derecho de Israel a existir como Estado y como sociedad colonial ocupante, antes de meterse en el laberinto de la judaización con el que se pretende arrastrarnos con fuerza dentro del sistema político israelí para intentar hacerlos menos racistas. La judaización del Estado es el resultado de una política normalizadora que proclama que el problema reside en el carácter judío del Estado y no en la propia existencia del Estado cuya identidad estamos tratando aquí.
En casos extremos, encontramos entre los partidarios de un Israel único, democrático y no racista quien considera que los islamistas son el equivalente árabe palestino de los rabinos judíos, de forma que la cuestión nacional palestina se transforma en el problema de separación de poderes entre la religión y el estado dentro de Israel y en la cuestión de cómo reducir el racismo, pacíficamente, por supuesto, siguiendo el ejemplo sudafricano que, por otra parte, sólo es aplicable al caso palestino en la medida en que el método de Mahatma Gandhi es aplicable a Iraq. Más de la mitad de los sudafricanos no eran refugiados fuera de su país. La cuestión en Sudáfrica adoptó un cariz más humanitario que el cultural que se debate con fuerza desde finales del siglo XIX por la identidad árabe o del Antiguo Testamento de nuestro país.
Es evidente que quien adopta la fórmula de un único Estado renuncia con ello al carácter árabe de Palestina y se adscribe a un proyecto que, de hecho, situa a Palestina en algún lugar del espacio, entre Saturno y Mercurio, como si no formase parte de la nación árabe y del mundo islámico. La idea de un único Estado tiene sentido y extrae su fuerza moral del último grito en el mundo de la moda de la globalización y la tendencia imperialista a nivel global que apadrina los lemas de los derechos humanos y la pluralidad política para encubrir la disolución de identidades y superar los obstáculos nacionales que las empresas transnacionales encuentran a su paso. Este proyecto no tiene ningún sentido en Palestina donde el imperialismo mundial respalda de lleno al proyecto sionista.
Lo dicho no se contradice con la dimensión política, frente a los aspectos ideológicos y religiosos, de la expresión judaización de Israel. La entidad sionista quiere diseñar un contexto negociador con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y los regímenes árabes que imponga sus condiciones de antemano para que la gente se haga a la idea del transfer, es decir, la expulsión de los palestinos del 48, ya sea por la fuerza cuando lo vean posible, ya sea incorporándolos a los cantones del Estado palestino desmembrado. Pretenden cerrar el camino a cualquier discusión que verse sobre el derecho al retorno, quitarlo de la mesa de negociación y rebajar los costes que deben afrontar ante cualquier acuerdo por mínimo que fuese. Así el resultado negociado sólo puede ser ridículo, no se puede llegar a un resultado negociado digno con el enemigo sionista. Los derechos se obtienen luchando y el derecho al retorno va unido a la liberación. Lo más triste es que la entidad sionista arrastra a todos a negociar sobre su última exigencia de la judaización de Israel porque se ha dejado de plantear la existencia misma de Israel.

NdelT: Este artículo hace alusión a la Conferencia Together for One Democratic State que tendrá lugar en Stuttgart entre el 10 y el 12 de mayo de 2013 y en el que judíos progresistas, árabes liberales y el grupo de la izquierda antiimperialista europea defenderá la propuesta de un único estado y a la que asistirán: Asaad Abu Khalil, Joseph Masaad, Samah Idriss, entre otros. http://www.antiimperialista.org/one_democratic_state_conference_II_stuttgart
Fuente: http://www.freearabvoice.org/arabi/maqalat/yahodeyyetAlDawlaAmWjodoha.htm 

¿Cuál es la línea que permite diferenciar entre una acción bélica de estado -legal- y una acción terrorista y/o criminal?


La noticia estelar de estos tres últimos días que enuncia: "Mataron a Osama Bin Laden" me ha suscitado una serie de interrogantes que, creo y espero, no sólo sean producto de mi curiosidad personal y no sólo den para un intercambio coloquial sino que lleven a pensar ciertas cuestiones de repercusión social y cultural.
Frente a este asunto, mínimamente, cualquier sujeto puede tomar dos posturas: una, concebirlo desde un punto de vista meramente personal, desde el cual se dé primacía a los sentimientos y pasiones y así, a priori, se decida adherirse o condenar este acto de muerte llevado a cabo por U.S.A. en Pakistán. Si así fuere, el eventual contradictor está obligado a escuchar/leer y respetar los códigos estéticos ajenos, siendo infecundo cualquier intento de debate al respecto, por lo menos argumentativamente. En contraste, una segunda posición permite concebir esta acción militar como un acto político que legitima su debate jurídico e incluso, la evaluación sobre su legitimidad moral. Partiendo de esta última base, pasaré a presentar algunas reflexiones al respecto.
Frente a los múltiples crímenes que se le suelen imputar a Bin Laden, dentro de los cuales no sólo se deberían contar los ataques a las torres gemelas en N. Y. y al Pentágono en el famoso 9/11 así como los demás ataques de táctica guerrillera cometidos en el panorama internacional sino también los actos bélicos de insurrección contra la ex-URSS que llevó a cabo desde 1979 en Afganistán con apoyo moral, económico e instrucción de los U.S.A., cualquiera fácilmente podría afirmar que tiene todo el derecho de celebrar la muerte del principar líder del Al-Qaeda; mucho más si se recuerda cómo parte del pueblo Árabe festejó el ataque del 9/11. No obstante, como ésta no es tan sólo una opinión personal sino que aspira ser una reflexión, no me contentaré con tomar partido por uno u otro bando y declarar justo lo propio y bárbaro lo ajeno.
En ese orden de ideas, creo que es útil centrar la discusión en la siguiente pregunta: ¿cuál es la línea limítrofe que permite diferenciar entre una acción bélica de estado -legal- y una acción terrorista y/o criminal? Pregunta que no es nímia si se piensa en sus consecuencias para lo que se suele llamar la post-guerra. Se parte del hecho de saber que a Osama le esperaba el mismo destino a partir de las leyes de U.S.A., a saber, la pena de muerte. Sin embargo, uno puede cuestionar si ¿es lo mismo o tiene el mismo valor jurídico-social un acto de matar por venganza (perpetrado por ejemplo por el familiar de la víctima asesinada) Vs el acto de muerte que resulta de un procedimiento judicial mediado por el debido proceso y sus garantías, en el cual un jurado y unos jueces que representan el estado ordenan la ejecución mediante un acto pre-establecido por la ley y en el cual el único objetivo es dar cumplimiento a una pena sin incurrir en alguna especie de goce sádico? 
Creo que definitivamente la respuesta a esta pregunta es "NO" y esa es precisamente la diferencia a la que alude la primera cuestión. Si no hubiese diferencia, viviríamos aún en aquellos tiempos de la ley del talión o, peor aún, de la ley del más fuerte; condición que dista mucho de los avances que la cultura a podido lograr con mucho esfuerzo y a paso lento y del nivel social que en general se aspira.
Pero entonces ¿cuál es la ley o si se quiere el conjunto de reglas que normativizan un conflicto internacional como el que enmarca la acción bélica que aquí se está analizando? Desde 1864 se creó el "Convenio de Ginebra" al cual se suscribió U.S.A. en 1882, y el cual se ha ido actualizando a partir de las nuevas realidades políticas y tecnológicas que han surgido en el desarrollo de la modernidad, dentro de las cuales se destaca el tratado de 1949 y el de 1972; lo cual a dado paso al DIH que es utilizado por U.S.A. como criterio para excluir a Colombia del TLC. A este respecto, el lector puede acudir a la pagina web del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) [en: http://www.icrc.org/Web/spa/sitespa0.nsf/iwpList103/1FB1554798C43090C1256DE1005394D2#1 ]. Por el momento, sólo aludiré a algunos artículos sobre el tratado III (1949) relativo a "El trato debido a los prisioneros de guerra".
En el título I, artículo 1 se expresa: "Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias".
En el artículo 2: "[...] el presente Convenio se aplicará en caso de guerra declarada o de cualquier otro conflicto armado que surja entre dos o varias de las Altas Partes Contratantes, aunque una de ellas no haya reconocido el estado de guerra. Si una de las Potencias en conflicto no es parte en el presente Convenio, las Potencias que son Partes en el mismo estarán, sin embargo, obligadas por el Convenio".
En el artículo 4: "A. Son prisioneros de guerra [...]  las personas que, perteneciendo a una de las siguientes categorías, caigan en poder del enemigo: 1) los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto, así como los miembros de las milicias y de los cuerpos de voluntarios que formen parte de estas fuerzas armadas; 2) los miembros de las otras milicias y de los otros cuerpos de voluntarios, incluidos los de movimientos de resistencia organizados, pertenecientes a una de las Partes en conflicto y que actúen fuera o dentro del propio territorio, aunque este territorio esté ocupado; 6) la población de un territorio no ocupado que, al acercarse el enemigo, tome espontáneamente las armas para combatir contra las tropas invasoras, sin haber tenido tiempo para constituirse en fuerzas armadas regulares".
En el artículo 6: "Ningún acuerdo especial podrá perjudicar a la situación de los prisioneros, tal como se reglamenta en el presente Convenio, ni restringir los derechos que en éste se les otorga."
Artículo 7: "Inalienabilidad de derechos Los prisioneros de guerra no podrán, en ninguna circunstancia, renunciar parcial o totalmente a los derechos que se les otorga en el presente Convenio"
Artículo 12:  "Responsabilidad por el trato a los prisioneros Los prisioneros de guerra están en poder de la Potencia enemiga, y no de los individuos o de los cuerpos de tropa que los hayan capturado."
Artículo 13: Trato humano a los prisioneros Los prisioneros de guerra deberán ser tratados humanamente en todas las circunstancias. Está prohibido y será considerado como infracción grave contra el presente Convenio, todo acto ilícito o toda omisión ilícita por parte de la Potencia detenedora, que comporte la muerte o ponga en grave peligro la salud de un prisionero de guerra en su poder. En particular, ningún prisionero de guerra podrá ser sometido a mutilaciones físicas o a experimentos médicos o científicos sea cual fuere su índole, que no se justifiquen por el tratamiento médico del prisionero concernido, y que no sean por su bien. Asimismo, los prisioneros de guerra deberán ser protegidos en todo tiempo, especialmente contra todo acto de violencia o de intimidación, contra los insultos y la curiosidad pública. Están prohibidas las medidas de represalia contra ellos."
En el tratado se puede seguir la serie de artículos, en especial, hasta el # 20, en los cuales -palabras más palabras menos- se enfatiza que "aún en un conflicto armado, no todo es permitido". Pretender eludir estas normativas podría ser equivalente, por ejemplo, a acolitar los actos terroristas de las FARC contra civiles o, en un escenario más cotidiano, adherir a las acciones violentas de grupos armados ilegales en las universidades públicas que atentan contra el patrimonio académico del pueblo colombiano. Lo cual, en general, es condenado por muchos, y lo cual conlleva a exigir coherencia ideológica y ética en cualquier escenario.
Ahora, y teniendo en cuenta que es un hecho reconocido por la misma White House que Osama Bin Laden no estaba armado y que, incluso, se le colocó en posición de prisionero antes de propinarle los disparos que lo llevaron a la muerte, parece lícito preguntarse ¿fue esta acción bélica legal o tan siquiera legítima moralmente? Mi respuesta es un rotundo NO, que me lleva a no hallar diferencia alguna entre esta acción de las fuerzas militares de U.S.A. y las acciones terroristas perpetradas por el líder de Al-Qaeda, en la medida en que las dos no fueron mediadas por las normas de guerra, eludieron los debidos procesos que todo acto de justicia requiere y se ciñeron a actos privados que, aún, se pretenden conservar en el anonimato.
En ese orden de ideas, los marines que llevaron a cabo el asesinato de Osama Bin Laden bien merecen, para mí, el calificativo de "comando de sicarios" y, en consecuencia, se puede preveer que dicho homicidio servirá de motivación a los fanáticos y extremistas del medio Oriente para planear y llevar a cabo más acciones terroristas, aún sin la exposición de las imágenes del cadaver (según la ingenuidad de Obama). Desde este punto de vista, las cuestiones que sostienen esta reflexión cobran gran importancia puesto que es bien sabido que la violencia sin ley genera más venganza y ésta, nuevas retaliaciones, conformándose así una cadena mortífera sin fin que impide pensar en un posible estado de post-guerra.
Habiendo justificado mi posición al respecto, agradezco al eventual lector por dedicar tiempo a estas palabras y dejo abierto el espacio para el debate respetuoso.

RICO, Frank. 
Buenos Aires, Mayo 4 de 2011.

La historia de un combate épico acallado por la academia de cine estadounidense "Ich bin ein Bil'iner!"



zope.gush-shalom.org

Traducido para Rebelión por LB.

Esto no sucede todos los días: todo un ministro de Cultura que se regocija públicamente porque una película de su país NO ha sido galardonada con un Oscar. Y no sólo una película, sino dos.
Sucedió esta semana. Limor Livnat, todavía ministro de Cultura del gobierno saliente, declaró a la televisión israelí que se congratulaba de que las dos producciones israelíes candidatas a los Oscar en la categoría de documental que llegaron a los cuartos de final acabaran siendo derrotadas.
Livnat, uno de los miembros del Likud más extremistas, tiene pocas posibilidades de ser incluido en el menguante grupo de ministros del Likud que formarán parte del próximo gobierno. Es posible que su exabrupto estuviera destinado a aumentar sus posibilidades.
No sólo atacó a las dos películas, sino que aconsejó a las fundaciones semipúblicas que financian las películas israelíes que ejercieran una "autocensura voluntaria y privaran de apoyo a películas tan antipatrióticas, asegurándose así de que no sean producidas en absoluto”.
Los dos documentales en cuestión son de naturaleza muy diferente.
Uno, titulado Los porteros, es una colección de testimonios de seis jefes sucesivos de los Servicios Generales de Seguridad, la agencia de inteligencia interna de Israel conocida por sus siglas hebreas indistintamente como Shin Bet o como Shabak. En los EEUU sus tareas las desarrolla el FBI (el Mossad sería el equivalente de la CIA).
Los seis jefes del Servicio se muestran extremadamente críticos con los ministros y primeros ministros israelíes de las últimas décadas. Los acusan de incompetencia, estupidez y de cosas peores.
La otra película, Cinco cámaras rotas, cuenta la historia de las manifestaciones de protesta que se realizan semanalmente contra la valla de "separación" en la aldea [palestina] de Bil'in, mostrada a través de las cámaras de uno de los vecinos de la aldea.
Cabe preguntarse cómo dos películas como ésas pudieron llegar a la cima de los premios de la Academia. Mi conjetura personal (para la que carezco de pruebas) es que los miembros judíos de la academia [de cine estadounidense] votaron a favor de seleccionarlas sin haberlas visto antes, confiados en que una película israelí no podía no ser kosher. Pero cuando el lobby pro-israelí comenzó a armar alboroto, los miembros de la academia visionaron las películas, se estremecieron, y concedieron el primer premio a Searching for Sugar Man.
Todavía no he tenido la oportunidad de ver Los porteros, pese a lo cual me abstendré de escribir sobre ella.
Sin embargo, he visto varias veces Cinco cámaras rotas, tanto en el cine como sobre el terreno.
Limor Livnat la tildó de película "israelí", pero esa designación es bastante problemática.
En primer lugar, a diferencia de las demás categorías, los documentales no se clasifican por criterios de nacionalidad. Así que, oficialmente, no era "israelí".
En segundo lugar, uno de sus dos co-productores protestaron vehementemente contra esa designación. En su opinión se trata de una película palestina.
De hecho, cualquier designación nacional resulta problemática. Todo el material ha sido filmado por un palestino, Emad Burnat. Pero el co-editor, Guy Davidi, que dio forma final al material filmado, es israelí. Gran parte de la financiación provino de fundaciones israelíes. Por lo tanto, sería justo decir que se trata de una coproducción palestino-israelí.
Lo mismo cabe decir de los "actores": los manifestantes son tanto palestinos como israelíes. Los soldados son, obviamente, israelíes. Algunos de los miembros de la Policía de Fronteras son drusos (árabes pertenecientes a una secta islámica marginal.)
Cuando nació el último hijo de Emad Burnat, éste decidió comprar una sencilla cámara para documentar las etapas de crecimiento del muchacho. Ni por asomo pensaba entonces en documentar la Historia. Pero tomó su cámara consigo cuando se unió a las manifestaciones semanales en su aldea. Y, a partir de ese momento, todas las semanas.
Bil'in es un pequeño pueblo situado al oeste de Ramallah, cerca de la Línea Verde. Poca gente había oído hablar de él antes de la batalla.
Oí hablar de Bil’in por primera vez hace unos ocho años, cuando Gush Shalom, la organización pacifista a la que pertenezco, fue invitada a participar en una manifestación contra la expropiación de parte de sus tierras para construir un nuevo asentamiento, Kiryat Sefer ("La ciudad del Libro ").
Cuando llegamos al lugar sólo habían construido unas pocas casas nuevas. La mayor parte de la tierra estaba aún cubierta de olivares. En protestas ulteriores hemos visto crecer el asentamiento hasta convertirse en una gran ciudad totalmente reservada a judíos ultraortodoxos, los llamado haredim, "los que temen (a Dios)". La atravesé en varias ocasiones cuando no había otra manera de llegar a Bil'in, y jamás vi a un solo hombre que no vistiera el traje y sombrero negros característicos de la comunidad haredim.
Los haredim no son colonos per se. No se asientan ahí por razones ideológicas, sino simplemente porque necesitan espacio para su numerosa prole. Es el gobierno el que los empuja allí.
Lo que hizo que esta primera manifestación resultara memorable para mí fue que los ancianos del pueblo subrayaran en su resumen la importancia de la no-violencia. En aquellos tiempos la no-violencia no era algo que se oyera muy a menudo en los discursos palestinos.
La no violencia ha sido y sigue siendo una de las cualidades más sobresalientes de la lucha de Bil'in. Desde la primera manifestación, semana tras semana, año tras año, la no violencia ha sido el sello distintivo de las protestas.
Otra característica fue la increíble inventiva. Los ancianos hace mucho tiempo que han dado paso a las nuevas generaciones. Durante años, estos jóvenes se esforzaron por dotar a cada manifestación de un contenido simbólico específico. En una ocasión, condujeron a manifestantes dentro de jaulas de hierro. En otra, todos nos pusimos máscaras de Mahatma Gandhi. Otro día llevamos con nosotros a un renombrado pianista holandés que interpretó a Schubert en un camión en mitad de la refriega. En otra protesta los manifestantes se encadenaron a la valla. En otra ocasión jugaron un partido de fútbol a la vista del asentamiento. Una vez al año se invita a huéspedes de todo el mundo a participar en un simposio sobre la lucha palestina.
La lucha está dirigida principalmente contra la valla de "separación", que se supone ha de separar Israel y los territorios palestinos ocupados. En las zonas urbanas la valla es un muro y en zonas abiertas es una cerca protegida a ambos lados por una amplia extensión de terreno despejado por donde discurren carreteras de patrullaje y alambradas de espinos. El objetivo oficial es impedir a terroristas suicidas infiltrarse en Israel y hacerse estallar allí.
Si ese fuera el propósito real y si el muro se hubiera construido en la línea fronteriza no cabrían demasiadas objeciones. Cada Estado tiene derecho a protegerse. Pero eso es sólo una parte de la verdad. En muchas zonas el muro/valla se adentra profundamente en territorio palestino, supuestamente para proteger a los asentamientos pero en realidad para anexionar tierra palestina. Precisamente lo que ocurre en Bil'in.
La valla original separaba al pueblo de la mayor parte de sus tierras, que habían sido seleccionadas para la ampliación del asentamiento que ahora se llama Modi'in Illit ("Modi'in Alto"). El Modi'in real es un municipio adyacente situado dentro de la Línea Verde.
En el curso de su lucha los habitantes de Bil’in apelaron a la Corte Suprema israelí, que finalmente aceptó parcialmente sus demandas. El gobierno israelí recibió la orden de desplazar la valla hacia un lugar más próximo a la Línea Verde. Eso deja aún mucho terreno al asentamiento.
En la práctica, la totalidad del muro/valla anexiona a Israel casi el 10% de Cisjordania (en total, Cisjordania constituye solamente el 22% del territorio de la Palestina anterior a 1948.)
Una vez que Emad Burnat comenzó a hacer fotos, ya no pudo parar. Semana tras semana, "disparó" [su cámara] a los manifestantes, mientras que los soldados disparaban (sin comillas) sobre los manifestantes.
Los soldados israelíes empleaban todas las semanas gas lacrimógeno y balas de goma. A veces utilizaron también munición real. Sin embargo, en todas las manifestaciones que presencié nunca vi un solo acto de violencia por parte de los manifestantes, tanto palestinos, israelíes como activistas internacionales. Las manifestaciones suelen comenzar en el centro del pueblo, cerca de la mezquita. Cuando concluyen las oraciones del viernes (el viernes es el día santo musulmán), algunos de los devotos se unen a los jóvenes que esperan fuera y comienza entonces una marcha hasta la valla, situada a pocos kilómetros de distancia.
En la valla tienen lugar los enfrentamientos. Los manifestantes avanzan y y gritan, los soldados israelíes lanzan gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y balas de goma. Los botes de gas impactan en la gente (mi esposa Rachel tuvo durante meses un gran moratón en el muslo debido al impacto de un bote de gas. Rachel ya padecía una grave enfermedad hepática y su médico le prohibió terminantemente acercarse al gas lacrimógeno, pero ella no pudo resistirse a tomar fotos de cerca.)
Una vez que se inicia el combate cuerpo a cuerpo, niños y jóvenes —no los propios manifestantes— apostados en los aledaños suelen comenzar a tirar piedras a los soldados. Es una especie de ritual, una prueba de coraje y hombría. Para los soldados es un pretexto para aumentar su violencia, golpeando y gaseando a la gente.
Emad nos muestra todo eso. La película nos permite ver cómo crece su hijo, de bebé a escolar, en medio de las protestas. También nos muestra a la mujer de Emad rogándole que pare. Emad ha sido detenido y herido de gravedad. A uno de sus parientes lo mataron. Todos los organizadores de la aldea han sido encarcelados una y otra vez, igual que sus camaradas israelíes. Testifiqué en varios juicios ante el tribunal militar, situado en un enorme campo militar de prisioneros.
En la película apenas se ve a los manifestantes israelíes, pero desde el principio los judíos jugaron un importante papel en las protestas. Los participantes israelíes más importantes son los "Anarquistas contra el Muro", un colectivo rebosante de coraje y creatividad. (En el documental hay un primer plano del activista de Gush Shalom Adam Keller en el que se lo ve probando una técnica de resistencia pasiva que aprendió en Alemania. Sin embargo, no parece funcionarle. Tal vez sean necesarios policías alemanes para que dé resultado.)
Si la película no hace justicia a los manifestantes israelíes e internacionales, la cosa es bastante comprensible. El objetivo [del film] es mostrar la resistencia palestina no violenta.
En el curso de la lucha a Emad le fueron rompiendo sus cámaras una a una. Ahora trabaja con su sexta cámara.
Esta es una historia de heroísmo, la heroica lucha de simples aldeanos en defensa de sus tierras y su país.
Mucho tiempo después de que Limor Livnat esté olvidado la gente seguirá recordando la Batalla de Bil'in.
El presidente Barack Obama haría bien en ver la película antes de su próxima visita a Israel y Palestina.
Hace algunos años me pidieron que pronunciara el discurso laudatorio en una ceremonia celebrada en Berlín en la que se condecoró por su valentía al pueblo de Bil'in y a los "Anarquistas contra el Muro".
Parafraseando levemente el famoso discurso del presidente John Kennedy en Berlín, propuse que toda persona decente del mundo debería proclamar orgullosamente: "Ich bin ein Bil'iner!"

Fuente: http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/avnery/1362763452/