sábado, 3 de diciembre de 2016

Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras ramas 
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco
es decir “no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta, 
es querer abrazar. 
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma 
es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano 
es conocer otra gente
es volver a empezar. 
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte, 
es sentir soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.

Gabriel Gárcia Márquez

lunes, 22 de febrero de 2016

La loca de San Blas

LA HISTORIA DE REBECA: 

LA LOCA DE SAN BLAS 

La canción de Maná, "El muelle de San Blas", era de una historia real. 

Este fin de semana tuvo su final con la muerte de su protagonista, Rebeca Méndez Jiménez, una mujer de 63 años que desde 1971 esperaba en el puerto el regreso de su novio, un joven que salió a pescar y jamás regresó. La mujer fue homenajeada por los pobladores de Puerto Vallarta, donde se convirtió en un símbolo por la espera de su amor. 

Fueron más de 41 años que esperó a su amado Manuel, quien salió de pesca. Sin embargo, quedó atrapado por un huracán que azotó el mar. Nunca más se supo de él y tampoco se encontró su cuerpo. 

Estaban a una semana de casarse. El golpe fue tan fuerte para Rebeca que desde el día que desapareció Manuel, lo esperó con su traje blanco. Bien fina ella. Con esa elegancia vendió dulce a los turistas en el Muelle de San Blas. 

Allí fue que el líder de la banda, Fher, la conoció en la década de los noventa. Se interesó por su historia y la convirtió en una de las más hermosas canciones de Maná. 

El cuerpo de Rebeca fue cremado y sus cenizas arrojadas al mar en búsqueda de su gran amor por las autoridades de Puerto Vallarta, quienes piensan levantar un monumento donde la mujer esperaba a su amado con el fin de recordar por siempre esta maravillosa historia.

domingo, 13 de julio de 2014

Alguna vez me preguntaste si podría deducir lo que siento por ti 
y yo exhorto no supe que responderte, 
sin embargo ahora te respondo que tú eres: un acontecimiento histórico 
que sin duda alguna cambio mi habita individual y social, 
así como también eres una justificación literaria y filosófica 
para mis palabras ya que antes de ti, mi mundo carecía de una lógica descriptiva. 

Al mirarte, puedo demostrar que el conjunto de sucesos (individuales y colectivos) 
poseen un entendimiento reciproco entre el universo total y la razón de ser, 
asimismo puedo confirmar que los principios de causalidad no están reñidos 
con las leyes naturales de búsqueda y encuentro.

Tomado de 
Octavio Mynch Olin
 https://www.facebook.com/octavio.myncholin?fref=ts
 

Prohibido

Aquí estoy detrás de mi nariz,
Bohemio renegado, sin destino
Dicidente como un equivoco, un error
Un loco un transgresor, un mal parido

Con los puños apretados,
con la cara endurecida,
y este amargo en la saliva, huuu,

Aquí voy en esta nube gris,
Con tanta necedad, hechando chispas
Exiliado en el descaro de vivir
Como un tumor maligno, en tu sonrisa

Veras que no estoy solo
Somos muchos los proscritos
Los bastardos, los malditos, huuuu

Y estoy aquí,
oculto en el rincón de lo prohibido
pensando en ti,
tratando de ser otro, pero el mismo,

insurrecto, perseguido, ilegal y fugitivo
tengo un sueño clandestino, para ti.

Y que esperas de mi,
si ya nomas me queda este camino
siempre huyendo en el silencio,
con esta soledad, y mis canciones

Este mundo pies de plomo
Aburrido y fanfarron,
Perfumado y socarron

Y estoy aquí,
Oculto en el rincón de lo prohibido
pensando en ti,
tratando de ser otro, pero el mismo,

insurrecto, perseguido, ilegal y fugitivo
tengo un sueño clandestino, para ti.


Francisco Barrios El Mastuerzo

¿Qué es una mentira?


¿Será la expresión contraria de una afirmación? O ¿una simple contradicción existencial de lo que se piensa, se dice y se cree? Quizás para unos sea un término que implique una serie de falsedades o simplemente un método de oposición que al irse gestando de palabra en palabra espera ser veraz, de esta manera podríamos afirmar que la mentira es una serie de falacias, que al ir evolucionando incurre en lo racional.

Otros dirían que es una advertencia, un descubrimiento fatal o un engaño atroz e indigno que no repara el estado anímico del sujeto de en turno, pues la confesión destroza responsabilidades y pulveriza verdades… recordemos que una mentira se puede definir incluso sin hablar, como también es una declaración de guerra emocional ya que su intención pocas veces carece de un objetivo benevolente entre los implicados, así mismo es un gesto continuo de la moral que al ser declarada destroza ilusiones sociales y sueños compartidos, realidad estúpida de los discursos o parábola seductora de los que aman sin medida ni clemencia… palabra infinita como acto perpetuo del hombre en turno y de la humanidad en tiempo y espacio, quimera y realidad… axioma o droga.

Tomado de
Octavio Mynch Olin
https://www.facebook.com/octavio.myncholin
 

HOSTAL CAMPESTRE LOS MANGLARES

https://www.facebook.com/HOSTALCAMPESTRELOSMANGLARES

miércoles, 26 de marzo de 2014

EMBRIÁGUENSE

Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:

“¡Es hora de embriagarse!"

Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.


Charles Baudelaire

Soy.

Soy la suma de lo que me ha enamorado, es decir la belleza dramática de Bolivia, la noche que la continúa, las nueces, las uvas, el queso, los prolijos labe­rintos de Borges, la inocencia de Ana que aún no se dio cuenta de que es una mujer, la nieve en la Suiza de Paul Klee, el café del Dublín que nunca fue de Joyce, la Piazza Navona donde siempre encuentro un alemán o una ru­mana para compartir a Rilke, a Eliot, a los antiguos chinos, la Grecia de Plotino, la Florencia que caminé con la Elke que se fue con el ruso, el Toledo que me enseñó Waldo de los Ríos, la leña ardiendo en el invier­no europeo y la carta de mi querida sudamericana, las ideas nuevas, los antiguos maestros, el africano donde recupero mi perdido y antiquísimo sonido, la noruega donde descubro mi verdadera identidad, las maravillas del amor y de la libertad asociadas, el fuego, el bendito fuego, el sagrado fuego, la paz, que tal vez sea fuego quieto, el pez de donde vengo, la estrella adonde voy.

-Facundo Cabral-

lunes, 14 de octubre de 2013

Mochileros recorriendo América


El arte de recorrer el mundo con una mochila tienen sus secretos y cuestiones que sólo un mochilero experimentado puede saber. En esta nota, dos mochileros argentinos nos cuentan cómo recorrieron América en un reportaje que revela muchas cosas que te pueden ayudar a programar tu propio viaje, conociendo de antemano los problemas con los que te puedes encontrar, los preparativos del viaje y el itinerario con los mejores destinos de este maravilloso continente. 





El reportaje a Pablo Ditaranto, uno de los dos mochileros que han recorrido América. 

- ¿Qué viajes han hecho?

Te comento... cuando nos iniciamos en esto de mochileros, nuestro primer viaje fue al sur de la Argentina. Se podría decir que uno de los típicos viajes dentro de nuestro país. En esa oportunidad realizamos el circuito de los 7 lagos, conociendo Junin, Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, el Bolsón y Esquel, entre muchas otras ciudades y pueblos.

Luego, otro viaje muy interesante dentro de Argentina fue el de la zona de la Patagonia donde recorrimos los glaciares de Calafate yel Chalten , un lugar interesantísimo para realizar treking. En Chile visitamos Punta Arenas, Puerto Natales yTorres del Paine, donde volvimos a cruzar hacia la Argentina para terminar en Ushuahia. Fue un hermoso y muy recomendable viaje.

Despues de varios viajes a esta hermosa zona del sur argentino, yo particularmente (Pablo) tuve la posibilidad de hacer el ascenso al monte Aconcagua, sin haber llegado a la cima de la montaña, pero aún así habiendo llegado a mi cima. Una experiencia limite.

Otro de los viajes imposibles de olvidar fue nuestra primer salida al norte argentino. Allí estuvimos en Tucumán y en sus ciudades de San Miguel, Tafi Viejo, Tafi del Valle, Amaicha y las ruinas de Quilmes. En la provincia de Salta visitamos Cafayate, San Carlos, Los Molinos, Cachi, Salta, Iruya y San Isidro, y en la provincia de Jujuy, recorrimos San Salvador, El Volcán, Purmamarca, Maimara, Tilcara, Humahuaca, Abra Pampa y La Quiaca.

En el mismo viaje fuimos a Bolivia, a Uyuni y su grandioso salar, Tupiza, Tarija y Potosi. En nuestro siguiente viaje al norte, además de todo lo hecho en el anterior, seguimos recorriendo Bolivia. Conocimos Uyuni, Potosi, Oruro, La Paz, Coroico, Sorata y Copacabana. En la zona peruana fuimos a Puno, Cusco, las ruinas de Machu Picchu y obviamente todos los alrededores de Cusco, Arequipa (la ciudad blanca), Molliendo, Camana, Nazca y sus lineas y Tacna. Al pasar al lado chileno estuvimos en Arica, desierto de Atacama y la capital, Santiago.

No puedo dejar de mencionar nuestro viaje relámpago a Colombia, conociendo Bogotá, Cartagena de Indias, Santa Marta, Isla de la Providencia, Isla del Rosario, Isla de San Andrés y demas cayos perdidos por el mar caribe. 

- ¿Cuál disfrutaron más? 

Buena pregunta… difícil de contestar. Uno siempre dice que lo mejor de estos viajes es la unión del grupo. Casi siempre viajamos en grupo con el Tano (Andrés Ditaranto), su esposa (Mariana), amigos de amigos que siempre se pueden juntar y quien les escribe. Es maravilloso ver cómo cada uno tiene opiniones diferentes a lo largo del viaje. Cada uno se maravilla de manera distinta al llegar a cada pueblo, ciudad, ruinas, museos…

Pero creo que lo más interesante de estos viajes es el hecho de conocer nuevas culturas, con sus costumbres, idiomas y dialectos. Tratar de compartilos y aprender de ellos sin contaminarlos. Realmente debo decir que algunos de los momentos más maravillosos de los viajes fue la primera vez que pude ver Machu Picchu. El llegar a Potosi, el ver la cumbre del Aconcagua a pasitos míos, sin dejar de mencionar al imponente glaciar Perito Moreno, en Argentina. 

- ¿Tuvieron problemas para cruzar las fronteras? 


En absoluto. Sí hemos tenido muchos controles, arduos controles en el ingreso a Chile- El único inconveniente que tuvimos (cosa que sabíamos de antemano que íbamos a tener) fue que un integrante del grupo no pudo ingresar a Perú desde Bolivia por tener el pasaporte argentino. Aunque en su poder tenia un salvo-conducto del consulado peruano en Buenos Aires, se lo rechazaron, teniendo como única posibilidad la estadía en Bolivia y vuelta a la Argentina. Pero más allá de estos inconvenientes, fue muy bueno el paso de fronteras. 

- ¿Algún consejo para los que quieren viajar de mochileros y no se animan?

¿Por qué no animarse? ¿Acaso por el hecho de la inseguridad? ¿De no tener grupo? ¿De no querer viajar solo? Viajar de mochilero es una de las maneras más hermosas para viajar. Uno va con su mochila cargada en su espalda, recorriendo destinos increíbles, conociendo gente increíble.


Qué más lindo que estar en una ciudad o pueblo donde uno no conoce a nadie. Y en el fogón, en la cocina del hostel, caminando por las calles… conocer a otros que están en la misma situación que uno. ¡Mejor todavía si son extranjeros! Seguir conociendo distintas costumbres, distintas maneras de conocer, distintas maneras de viajar. Están los que viajan en bus, los que lo hacen a dedo (autostop), los que buscan del viaje un desafío permanente, los que viajan sin tener nada planeado. Hay miles de maneras de viajar de mochilero. Particularmente pienso que lo mejor es probar e ir eligiendo sobre la marcha. Tener un itinerario para no perder tiempo pero no atarse completamente a eso. 

Saber que uno nunca va a estar solo porque siempre va a haber gente para ayudarte, sino para qué estamos nosotros. La comunidad de mochileros, con más de 1600 personas que queremos ayudarnos entre todos.

Anímense a viajar y si es de mochileros mejor. El ser mochilero no obliga a uno a viajar a dedo, haciendo que todo se haga lo más económico posible. Mucha gente confunde a mochilero con economizar todo. Yo creo que el viajar de mochilero es una manera más de viajar. Esto no nos obliga a hacerlo sí o sí a dedo (lo cual les digo, es una hermosa experiencia). Por ser mochilero no se está más expuesto a que le pasen cosas que a un turista “normal”. Es más, nunca nos ha pasado nada de nada. Ni siquiera nos han robado... y miren que hemos estado por zonas marginales. Anímense. 

- ¿Qué preparativos y precauciones realizaron antes de iniciar los viajes? 

En mis primeros viajes trataba de tener todo solucionado antes de iniciarlo y eso cansa mucho. Creo que lo más importante es tener toda la documentación al día, averiguar en el caso de ir a otro país qué documentos serán necesarios para el ingreso y salida del mismo. Tambien está la parte de vacunación. Nada mejor que hablar con alguien especializado sobre la medicina del viajero. Hay lugares donde uno no sabe qué enfermedades hay. Siempre hay que estar vacunado ante todo, es una manera de viajar más seguro.

¿Preparativos? El hecho de armar la mochila, se da con la experiencia. Siempre va a estar la duda de cuánto llevar. Todo depende de adonde se vaya, la época del año, cantidad de días... Siempre que uno prepara las cosas tiende a llevar de más y eso puede ser muy molesto a lo largo del viaje. Nunca hay que llevar cosas de más, por lo menos no muchas. En la web tenemos algunos listados de cosas esenciales para llevar, pero también depende de cada uno. 

En cuanto al itinerario de un viaje ¿qué decir? Es muy bueno averiguar bastante antes de iniciar un viaje, pero también es muy interesante el factor sorpresa, sin estar atado de pies a manos a un itinerario. Uno a veces tiene la posibilidad de unirse a otro grupo en medio de un viaje, o por lo menos por un trayecto... y es acá donde el viaje comienza a tomar otro color. Como mencioné antes, conocer gente nueva, aprender a viajar con gente que realmente nunca has visto es todo un desafio.

- ¿Cuál será su próximo viaje? 

Hace mucho tiempo tengo ganas de hacerlo. La idea principal es recorrer toda Latinoamerica, desde México hasta la Argentina por tierra por un largo tiempo, por lo menos unos 4 meses. Iniciando el viaje en Cuba, cruzando a México, luego Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, volver a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.


Se preguntarán por qué viviendo en la Argentina hago el viaje de norte a sur. Sencilla razon (y acá es donde es bueno averiguar bien antes de iniciar un viaje)...la primer inteción era hacer el viaje de sur a norte, pero luego de ir a todos los consulados y respectivas embajadas, además de charlar con otros mochileros, es prácticamente imposible acceder a Panamá desde Colombia si no se tiene un pasaje aéreo de vuelta al país de origen, cosa imposible de hacerlo si uno quiere unir todo por tierra. Averiguando un poco más, parece ser que desde Panamá sí se puede cruzar a Colombia. Es por eso que queremos iniciar el viaje de norte a sur, además de querer asegurarme de conocer Cuba, México y Guatemala. 

Este es el viaje más cercano a realizar, pero para más adelante está la idea de poder conocer China, la India y Africa. Todo a su tiempo… 

- ¿Qué expectativas tienen para este viaje? 

Expectativas, creo que las mejores. Mejor dicho... sin dudas las mejores. Sí, como dije anteriormente, este es un viaje pensado dehace mucho tiempo. En un primer momento estaría viajando solo hasta Cuba para encontrarme con dos españoles y con un italiamo más en México, todos miembros de Mochileros. Pero a lo mejor, el Tano tenga posibilidades de poder hacer parte del itinerario, sea en Cuba, México o en la zona de Venezuela. ¡Ojalá se dé!



Y para los futuros viajes... todas las ganas de poder realizarlo en un tiempo no muy lejano. 




¿Quien no ha soñado alguna vez con dejar todo y lanzarse a vivir las rutas y sendas del mundo, conocer las culturas y gentes de cada sitio y país, e incluso parar y vivir un tiempo en sitios de ensueño? Seguramente todo viajero anhela hacer un gran viaje, sea como mochilero o viajando en buses, y aquí comenzaremos con nuevas notas realizadas a mochileros y viajeros haciendo hoy esas rutas mágicas. Conócelos y descubre la forma de hacerlo tu también.



- ¿Qué viajes han hecho? 

-Manolo: Mucho Argentina, mucho Chile, casi todo Perú, mucho de Bolivia, pizca de Brasil, coqueteo paraguayo y toda la costa Uruguaya. 



- Nelson: Si, hemos hecho la ruta Sudamérica Austral como nuestra primera experiencia de viajes independientes por el mundo. 
Conocer Sudamérica es fascinante, pero también más difícil y extenso que dar una vuelta por Europa. Nos pareció lo más sensato conocer primero nuestro continente, luego de haber explorado todo el Perú. 

- ¿Cuál disfrutaron más? 

- Nelson: Me es muy difícil saber cuál más. De hecho, todos los viajes están de algún modo pensados para disfrutar al máximo. En todo caso los viajes que tienen más contratiempos como robos, pérdidas, averías de equipos, retrasos de buses, y enfermedades son los que se quedan un poco por detrás de los otros. 
Creo que lo mejor estuvo en la Patagonia argentina y chilena, así como en los andes peruanos. Particularmente me gusta mucho el misticismo oculto en el desierto del sur peruano. 



- Manolo: El conjunto, los contrastes y similitudes. Nuestro recorrido por Sudamérica Austral fue un todo. Las personas hacen los países, hay que disfrutarlas, conocerlas y llevarse lo mejor. Si tengo que hablar de lugares, prefiero recomendar las bellezas poco conocidas. El Chaltén en Patagonia Argentina y Choquequirao en Cusco, Perú. 

- ¿Tuvieron problemas para cruzar las fronteras? 

- Manolo: Muy pocos. Al inicio siempre hay desconfianza en los controles, por el hecho de tener el pasaporte vacío. Una vez sellado y sellado, tu documento es como una hoja de vida y las puertas se abren con mucha más facilidad. 

- Nelson: En general ninguno ya que cruzamos muchas fronteras. Sin embargo entrando a Chile se notó un evidente recelo por permitirnos cruzar. Nos dijeron que no nos iban a permitir pasar (¿mintiendo para esperar que confesáramos algo?) y alegando que nuestros motivos para cruzar podrían ser falsos. En Brasil nos faltó la vacuna, pero como ya llevábamos varios meses fuera de nuestro país y era de madrugada nos dijeron algo en portugués que no entendimos que de seguro significaba "pasen". 

- ¿Algún consejo para los que quieren viajar de mochileros y no se animan? 

- Manolo: Salgan a andar. El temor existe cuando no se conoce, la realidad es mucho más amigable de lo que uno a veces piensa. Nuestras fronteras son muchas veces mentales. Para iniciar camino es recomendable lo de uno, primero el país, de ahí será más fácil salir al mundo. 



- Nelson: Tener un poco de valentía para hacer un viaje independiente puede ahorrarles muchísimos euros y darles la flexibilidad que necesitan para conocer lo que quieran. El mundo es como un gran menú a la carta. 
Esencial es buscar información, mapas, y alimentarse un poco de las experiencias de otros viajeros. 

- ¿Qué preparativos y precauciones realizaron antes de iniciar los viajes? 



- Nelson: Buscamos toda la información e hicimos contactos previos con amigos en cada país. Creamos una sección para nuestro diario en mochileros.org de modo que sea de fácil actualización mientras íbamos conociendo. Imprimimos nuestros propios mapas, sacamos tarjetas de crédito (son más seguras que efectivo), compramos mochilas, vimos películas inspiradoras y websites (Diarios de Motocicleta, Long Way Round), seleccionamos lo esencial para el camino, nos despedimos de los amigos.... y partimos. 

- ¿Cuál será su próximo viaje? 

- Manolo: Aún lo estamos definiendo. Latinoamérica norte nos espera, aunque nuestro hermoso sur aún esconde innumerables belleza para mostranos. 

- Nelson: Es cierto. Queremos llegar ahora al norte de Sudamérica hasta donde nuestra planificación y el respaldo que recibamos nos lo permita... 
Sin embargo Sudamérica Austral ha dejado una huella profunda y varias intrigas que nos gustaría descubrir. Estamos midiendo las opciones. 

- ¿Qué expectativas tienen para este viaje? 

- Nelson: A diferencia del anterior, me gustaría tener la oportunidad de estar más tiempo en cada ciudad y conocer más el lado humano de cada país. De ser posible conocer familias en la ruta que va desde Perú hasta Canadá (o hasta donde lleguemos). Y seguir inspirando a más viajeros a disfrutar de la inigualable experiencia de conocer más el mundo. 




- Manolo: Muchas, si es Latinoamérica norte, hacerla mejor, aprovechar la experiencia de Sudamérica Austral para planificar mejor la travesía. 

domingo, 28 de julio de 2013

Algunos consejos para autostop


Tomado de: http://magiaenelcamino.com.ar




Pueden leer todas los post sobre la categoría autostop en este link. A continuación, nuestros sencillos consejos.

Para hacer autostop, dedo, hitchhiking, pedir un aventón o como se llame según el país en el que nos encontremos no existe un nivel jerárquico de tips, sino que todos tienen importancia de acuerdo con las circunstancias y el momento específico de salir a la ruta. Por eso es que les recomendamos leer la nota hasta al final, aunque se vea un poco extensa.

Sin embargo, hay dos cosas que sí o sí hay que tener antes de comenzar y decidir salir a la ruta en autostop: “paciencia”, sin ella… ni vale la pena comenzar, y “predisposición”, básicamente para adaptarse a quien nos lleve, para conversar, para cambiar la ruta, etcétera. Además, no debe faltar la intuición, ya que en estos casos suele no fallar.

A continuación, algunas ideas, tips y consejos. Muchos de ellos son “ideales” y no siempre se pueden llevar a cabo, pero este artículo pretende dar un pantallazo general de todas las opciones posibles.

¿Dónde hacemos dedo?

Los mejores lugares para hacer dedo son las gasolineras. Lo ideal es ir a una gasolinera sobre la ruta hacia donde nos dirigimos, si es posible, al último cruce donde ya cualquiera que pase por ahí vaya en nuestro mismo camino. ¿Por qué decimos que es lo mejor? Porque allí se puede hablar con los conductores que se detienen a cargar combustible o a comprar algo. Es mucho más fácil hablar que quedarse al costado de la ruta esperando que alguien se detenga. No es que es imposible, pero en muchos países los conductores tienen temor de levantar a alguien en la ruta, entonces, hablar con ellos mientras están cargando combustible es una manera de acercarnos y “romper” ese temor.

Otra opción donde se puede hablar con los conductores es en los peajes, el tema es que aquí hay que ser mucho más rápido para convencerlos. Siempre es una opción y el discurso se va optimizando a medida que se suceden los fracasos.

Si vamos a pararnos sobre la ruta, debemos tener en cuenta que haya un lugar para que los vehículos se detengan. Por ejemplo, no podemos hacer dedo sobre una autopista donde, por un lado, es peligroso para nosotros y está prohibido en varios países, y por el otro, los automóviles suelen ir a mayor velocidad y no tienen espacios para parar.

Salir de la ciudad

Muchas veces durante un viaje uno visita pequeños pueblos pero también grandes ciudades. Salir de un pueblo a la ruta es muy sencillo, a veces, hasta caminando es posible llegar hasta la gasolinera en la salida y estar en el lugar indicado y más efectivo. Sin embargo, cuando estamos en una capital de país o alguna otra gran ciudad, no es tan sencillo llegar al lugar indicado. Imaginen ustedes mismos estar en la capital de su país y querer pedir dedo hacia alguna otra ciudad. ¿A dónde irían? ¿A la avenida principal de la ciudad? ¿A la plaza central? No, ni el 0,0001% de los vehículos que circulan por ahí van en camino de abandonar la ciudad, y mucho menos, por el camino que nosotros deseamos. Conclusión, hay que salir a la ruta. Pequeño problema. Lo mejor es que durante los días de visita en esa ciudad, nos interioricemos de cómo salir de ella y por donde. Averiguar qué buses locales llegan hasta las afueras de la ciudad o bien tratar de hablar con la gente que vamos conociendo para ver si nos hacen el grandísimo favor de sacarnos de la ciudad en la mañana indicada.

Ayuda de la policía

En algunos países suele suceder que la policía es condescendiente con los viajeros de bajo presupuesto. Muchas veces es buena idea solicitar a alguien que nos lleve hasta un retén de policía sobre la ruta. Ellos están acostumbrados a viajar gratis y cuando detienen a un camión o un bus les preguntan si nos pueden llevar. Es muy efectivo. Lo único, averigüen antes con otros viajeros si es costumbre o no en cada país que la policía colabore con los viajeros. Si fuimos hasta el retén ya en la ruta y no nos ayudan, estamos en problemas. Por ejemplo, en Colombia, la policía suele ser gentil con los mochileros y a nosotros siempre nos han ayudado a “embarcarnos” en algún vehículo. Con respecto a Colombia y sus camiones hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los camiones que circulan por las rutas no tienen camarote. Esto se debe a que durante mucho tiempo el tema de la guerrilla en las rutas impedía que los camioneros puedan dormir en su camión. Por ende siempre lo hacen en paradores de ruta. Esto afecta a los que hacemos dedo en cuanto a que si van llenos de carga, no podremos poner nuestras cosas ni en la caja ni en la cabina, por eso sólo podrán levantarnos si nuestro equipaje es muy liviano y chico.

Equipaje

Si estamos muy cargados se puede dificultar que nos levanten. Muchas veces hay gente dispuesta a ayudarnos pero cuando ven nuestras mochilas se arrepienten inmediatamente. Respecto de esto no hay mucho para hacer. En general, lo que uno lleva en la mochila es lo necesario. Un consejo es consultar con aquellos vehículos más grandes o vacíos y no gastar energías en preguntarle a todos, ya que luego de un rato de negativas, la energía comienza a flaquear y eso no es bueno.

Carteles

Una buena herramienta que siempre nos ayudará es tener un cartel de tamaño relativamente visible, tipo A4, con el nombre del destino hacia donde nos dirigimos. A veces también conviene escribir el nombre de un pueblo o ciudad intermedia y el de nuestro destino final, uno debajo del otro. De esta manera queda más claro el camino que estamos tomando por si hay importantes cruces de rutas en el medio. Mientras no se detiene ningún vehículo en la gasolinera, nos podemos parar a la entrada de la misma y mostrar el cartel a los que pasan por el camino. A veces se puede tener suerte y además no se desperdicia el tiempo.

Un consejito para el cartel: vale la pena tener la hoja escrita sobre un cartón sostenida con un clip para aguantar los embates del viento y por otro lado, colocar el conjunto de cartón y hoja dentro de un folio a algo resistente al agua (por si llueve). Revisar que al exponer nuestro cartelito hacia el camino, el reflejo del sol sobre el folio no perjudique la visión de quien viene por la ruta, si no lo puede leer… ¿de qué sirve?

Vestimenta y presencia

Es recomendable estar prolijos y aseados. No importa que no tengamos la mejor ropa para ponernos, pero sí es buena idea estar prolijos y limpios. Puede parecer poco importante, pero en muchos casos no lo es, ya que la persona que vaya a levantarnos se fijará en “las apariencias a primera vista” y eso influye mucho en la decisión final de parar o no, o de llevarte o no. No quiere decir que sino estás así no vayas a conseguir quien te lleve, pero en algunos casos suele dificultarse.

Mapa

Es muy útil pero no indispensable tener un mapa carretero del país en cuestión. Si no se tiene, siempre se puede preguntar, pero el tema es que muchas veces la gente con tal de ayudar nos dice algo erróneo y además, si alguien nos puede llevar hasta un pueblo intermedio, no está demás consultar en un mapa para ver si es el camino correcto. Tampoco está de más ir chequeando el mapa a medida que avanzamos para corroborar que estamos en el camino que corresponde. Así que, siempre que se pueda, es bueno tener un mapa rutero.

Víveres

Depende de la longitud del tramo que estemos pensando hacer a dedo, puede ser necesario llevarnos víveres y agua. Muchas veces sucede que quien nos lleva nos invita a comer algo en el camino, pero muchas veces no, y si la idea es ahorrar dinero, los paradores de ruta no son exactamente lo que se dice baratos. Además, no en todos los países hay paradores de ruta y muchas veces son kilómetros y kilómetros sin nada para comprar. Por otro lado, si la suerte no nos acompaña y la espera se hace extensa, es mejor estar alimentados para cuando nos levanten. Si sucede que quien nos levanta no tiene intenciones de parar por un tiempo prolongado, y nosotros no comimos algo, es más probable que suframos en lugar de disfrutar del logro de viajar a dedo.

¿Carpa?

Hay un tema recurrente cuando uno tiene la idea de surcar las rutas a dedo. ¿Llevamos carpa o no? Bien, esto depende de cuanta aventura estemos dispuestos a correr. Esto está ligado a si aceptamos o no que nos lleven por tramos cortos y por rutas no principales. Probablemente nos agarre la noche en cualquier pueblito o inclusive, al costado de la ruta. Ahí sí tendríamos que usar la carpa. Si nosotros nos proponemos aceptar viajes siempre bajo la idea de que donde nos dejen podamos retomar rápido el camino con alguna otra persona que nos levante o estamos dispuestos a buscar donde dormir para continuar al otro día, no vale la pena cargar la carpa sólo por las dudas. En definitiva y como dije al principio, dependerá de qué tipo de viaje tengamos ganas de hacer.

Señales y vocabulario

Existen muchas maneras de llamar al autostop o dedo, por eso siempre conviene averiguar antes de salir a la ruta cómo se dice en el país que estemos. Además, también conviene preguntar si existe alguna señal en especial porque no siempre es la del dedo levantado y el puño cerrado. Estamos preparando nuestro diccionario viajero, donde podrán consultar algunas de estas cuestiones.

Algunos consejos más

- Si conseguimos que nos vayan llevando por tramos cortos, hay que tratar de que siempre nos dejen en una gasolinera sobre la ruta o en la entrada de un pueblo, pero nunca en el medio de la nada, ya que las posibilidades de que nos levanten se reducen mucho.

- Un consejo práctico pero no vital: tratar de salir a la ruta en números pares. Claro está que no hablamos de quienes viajan solos. Si somos 3 personas, cantidad no muy rara cuando se viaja con amigos o con gente que se conoció en el camino, y salimos a hacer dedo, las posibilidades de que levanten a 3 con mochila son bastante bajas. Lo mejor es ser 4 para que si hay que dividirse, uno no quede solo.

- Si hay algo que complica para hacer dedo es estar debajo del sol. Hay que tener en cuenta que uno puede pasar varias horas esperando y existe la posibilidad de insolarnos y complicarnos el viaje. La solución es muy simple: se llama gorrita para el sol. Tampoco están de más un par de anteojos de sol y para las personas más sensibles, un protector solar.

- Hacele caso a tu intuición. Suele no fallar. Si la persona que se detiene con el vehículo no te genera confianza, no te subas. Si subís a un vehículo y la persona maneja muy mal o muy rápido, pedile de bajar en la primera gasolinera o pueblo que veas.

- Por último, queremos comentar que no en todos los países del mundo existe el concepto de aventón o dedo, como por ejemplo en Mongolia. Muchas veces nos van a llevar pero no gratis. Por supuesto es más barato que un bus pero no es gratis. Hasta el gesto es distinto. Uno no apunta con el dedo pulgar hacia el camino, sino que hace un gesto con el brazo (sube y baja) como para pedir que el vehículo pare. Una vez que paró se arregla un precio y, si te conviene, te subís. Debemos averiguar cómo es el sistema en cada país para evitar pasar malos momentos.

- Recuerden que no sólo le pueden pedir un aventón a un automóvil o camión… según el país, también pueden hacerlo con alguien que viaje en camello, caballo o carro. Todo sirve para la aventura.

Sitios web.

 Existen varios sitios web, tanto en español como en inglés, donde las personas van contando sus experiencias y donde se puede encontrar información actualizada sobre los mejores lugares para hacer dedo en cada país o ciudad. Su consulta puede resultar muy útil. Les dejamos sólo algunos de ellos, pero en la red pueden encontrar más.

http://www.digihitch.com/news.html
http://www.hitchbase.com/
http://hitchwiki.org/en/Main_Page

Esperamos que les haya sido útil.

Buen viaje!!

Aldana y Dino
Magia en el Camino

viernes, 28 de junio de 2013

“Quiero viajar pero no sé cómo empezar” | Guía para potenciales viajeros



Tomado de la pagina: www.viajandoporahi.com
Autora: Aniko Villaba


En 4×4 por el Salar de Uyuni (Bolivia, 2008)

Vista de Guatemala desde el avión (2009)
Aterrizando en Vancouver, Canadá (2008)
en el sur argentino (2005)
Tenés una certeza: querés viajar.
No querés irte solamente 15 días ni tampoco querés ser el clásico turista que viaja en la nube all-inclusive (paquete que incluye todo menos el contacto con la realidad del lugar). No querés ver 15 países en 10 días ni tener que estar subiendo y bajando del avión. Querés ir lento, a tu ritmo, sin planes tan estrictos. Querés hacer “un viaje largo”, “distinto”.
Pero hay un problema: no sabés cómo organizarte para algo así. Te hablan de vacunas, de visas, de rutas, de aerolíneas, de mapas, de seguros médicos, de salud, de higiene, de peligros, de transportes, de presupuestos, de tantas cosas que “hay que tener en cuenta antes de hacer un viaje” que te sentís abrumado/a. Vos solamente querés irte, pero el miedo y las preocupaciones te frenan. Te parece algo muy grande que no sabés cómo encarar.
Por eso, he aquí este post, mi humilde guía para los PVA: Potenciales Viajeros Asustados, o Próximamente Viajeros Alegres :)  
 Hubo dos razones que me llevaron a escribir este texto:
Una, la cantidad de emails que recibo de futuros viajeros que quieren empezar pero “no saben cómo hacer” o “no se animan” y me piden consejos y empujones para arrancar.
Dos, la pregunta que me hizo Carla, madre viajera integrante de los Rodando Ando, el fin de semana pasado cuando nos conocimos: “¿Es difícil viajar?”.
Vamos por partes.
Por la ruta en Ushuaia (2004)
I. Ya diste el paso más difícil
Si sabés con certeza que querés viajar, que querés dedicar parte de tu tiempo, de tu energía, de tu dinero y de tu vida a eso, ya diste el paso más grande. Lao-Tsé decía: “Un viaje de mil millas empieza con un solo paso”. En algún momento hay que arrancar, y si estás seguro/a de que querés hacerlo, ya avanzaste unos metros en tu futura travesía.
II. Ahora preparate para las frases célebres
Hasta acá todo bien. El problema es “el golpe de realidad” (o irrealidad) que muchos te harán sufrir cuando les comuniques tus planes. “¿Viajar? ¿Y de qué vas a vivir?”, “¿Qué vas a hacer con el laburo?”, “¿Qué va a pasar con tu depto/auto/casa/pertenencias?”, “¿Te vas solo/a a esa parte del mundo y ni siquiera hablás el idioma?”, “¿Vas a dejar todo para dar la vuelta al mundo en moto/motorhome/bici/dedo/mula?”. Y el clásico: “¡¿pero vos te volviste loco/a?!”
Después de recibir todas estas preguntas muchísimas veces, aprendí algo: el que se quiere ir de viaje sos vos (o “eres tú”, para mis amigos hispanohablantes no argentinos), y si el resto del mundo piensa esas cosas e intenta desmotivarte, es problema de ellos.
III. Se viene lo importante para todo viajero: derribar preconceptos
a) “Los viajeros son millonarios y vagos”
Creo que uno de los debates que más suscitan los viajeros “a largo plazo” (los que hacen viajes largos) es el tema del “presupuesto”.
Mucha gente cree que los viajeros SOMOS MILLONARIOS que no tenemos nada que hacer en esta vida y decidimos gastar nuestra fortuna rascándonos por el mundo. También están los que piensan que somos mantenidos por nuestros padres o que nos sacamos la lotería. Es decir: creen que somos vagos con plata y que no sabemos lo que es trabajar.
No voy a entrar en detalle, pero mi concepto de “trabajar” es hacer lo que a uno le da placer y encontrar la manera de que le sea útil a la sociedad y/o a quienes nos rodean. Y como a mí me da placer viajar, escribir y sacar fotos, eso es lo que hago.
Uno de mis cuadernos en el Salar de Uyuni, Bolivia, en el 2007
b) “Los viajeros son privilegiados”
Quiero que sepan algo que va a ser fundamental para que finalmente se animen a arrancar: vivir viajando es más barato que vivir fijo en un lugar, ya que, como dije en muchas ocasiones, al viajar uno gasta lo que consume/come/necesita en el momento y nada más. Pensá cuánto gastás mensualmente en el auto, en el alquiler, en el supermercado, en el celular, en el curso, en entretenimiento, en salidas… hacé una suma, y te aseguro que lo que gastes cuando viajás va a ser mucho menos.
Obviamente, el dinero es necesario (como lo es para muchísimas cosas en esta vida, no solamente para viajar), pero no tiene por qué ser la preocupación mayor. Conocí a tantos viajeros que empezaron a tener las mejores experiencias cuando se quedaron sin plata: en ese momento, cuando se dieron cuenta de que no tenían más fondos para seguir, se pusieron a crear. Utilizaron sus talentos, capacidades e imaginación para generar algo que les permitiera seguir viajando, descubrieron que tenían dones para oficios que jamás habían imaginado, y/o se dieron cuenta de que trabajar de voluntario por el mundo (por ejemplo) les daba mucha más felicidad que lo que hacían anteriormente en su país. A veces, para un viajero, no hay mejor oportunidad que quedarse sin dinero.
Hay mucha gente que dice “no es posible vivir así, sólo los privilegiados pueden viajar tanto”, y luego se compran un auto nuevo o una propiedad. Lo cierto, entonces, es que ellos ya decidieron cuál es el estilo de vida que quieren tener y le dieron prioridad por encima de los viajes. Pero si quisieran viajar, podrían hacerlo perfectamente (visto desde el lado económico que tanto critican).
Un viajero que iba por Sudamérica con su guitarra
c) “Las vacaciones eternas”
El otro preconcepto que también está muy arraigado es que “viajar es estar de vacaciones constantes”. Quien piense así, nunca hizo un viaje de más de 15 días/un mes. Si uno se va a un destino con un paquete cerrado que incluye absolutamente todo (por un precio desorbitante) es casi lógico que piense que “viajar es caro” y que “viajar equivale a estar de vacaciones y sin hacer nada”.
Pero el que alguna vez viajó con la mochila (o la valija, o el equipaje que sea) y se tuvo que encargar personalmente de delinear la ruta, ir al aeropuerto de la manera más económica (y no la más rápida), caminar bajo el sol en busca de un hostel bueno-bonito-barato, tomar el transporte público para ahorrar, buscar la comida más rica (y económica) del pueblo, hacer dedo y esperar durante horas en la ruta, armar y desarmar la carpa, y a la misma vez, entremedio de todo esto, sacar fotos, conocer gente, salir a recorrer, meterse de lleno en la cultura, entender los códigos de una ciudad desconocida, comunicarse con gente que no habla el mismo idioma, escribir/dibujar/hacer música/hacer artesanías/lo que sea para poder seguir camino… sabe que “viajar” ni se parece a “estar de vacaciones”.
IV. “Conócete a tí mismo”
Ningún viajero es igual a otro. Cuando viajamos, además de equipaje, cargamos también con nuestra personalidad, nuestra forma de ser, nuestra manera de ver el mundo, nuestros miedos, nuestras capacidades. Y eso hace que cada cual viaje “a su manera”. Algunos se llevan al mundo por delante, otros van más de espectadores, hay quienes hablan con todas las personas que se les crucen por delante y quienes, por timidez o cautela, se mantienen en silencio. Todos pueden recorrer el mismo camino, pero cada cual lo mira (y lo vive) desde un ángulo distinto.
A veces me llegan mails preguntándome “cómo viajar”, “qué llevar”, “cómo hacer” y yo casi siempre respondo: “eso depende de vos”. Al planear un viaje, es necesario hacerse varias preguntas: ¿qué quiero ver: paisajes, comidas, ciudades, pueblos, mares, lagos? ¿naturaleza o vida urbana? ¿dónde me siento más cómodo durmiendo: hotel, hostel, guesthouse, cuartel de bomberos, iglesias, templos, en el piso, en una cama, en bolsa de dormir? ¿Cuánto tiempo quiero viajar? Y planear a partir de eso.
Aunque en muchos casos, el verdadero conocimiento de uno mismo empieza en la ruta…
La gente que conocemos también nos ayuda a conocernos a nosotros… (Bolivia, 2007)
V. Hacer la tarea
Antes de un viaje, siempre habrá aspectos prácticos que tienen que ser resueltos. Y de esto no safa casi nadie (digo casi porque siempre hay uno que otro que se va de viaje sin saber absolutamente NADA del destino e improvisa todo en el momento).
Los vuelos. Hay varios sitios web donde comparar precios de pasajes y buscar los más económicos. Ya expliqué una vez “Cómo comprar un pasaje bueno, bonito y barato por internet”. Optifly, por ejemplo, permite ver qué aerolíneas vuelan entre dos ciudades, y Momondo o Expedia permiten comparar los precios de la mayoría de las aerolíneas.
Las visas. El sitio visahq tiene toda la información referida a visados: lo único que hay que hacer es ingresar el nombre del país al que se quiere viajar y nuestro país de procedencia, y el sitio nos dirá si necesitamos visa para entrar o no. En caso de necesitar visa, lo mejor es asesorarse en la embajada correspondiente en nuestro país.
El clima. Es muy útil averiguar de antemano qué clima hará en las ciudades que visitaremos, aunque si estamos viajando por tiempo indefinido, lo más probable es que vayamos de un lado a otro un poco ciegamente (o que no nos quede otra que agarrar la época de lluvias en un país y la de sequías en otro). Páginas como weather.com sirven para conocer el pronóstico en tiempo real, y otras como thebesttimetovisit.com dicen qué destino del mundo es ideal para visitar según el mes o la época del año.
El transporte. Hay países donde es más fácil y barato volar de una ciudad a otra (gracias a las queridísimas aerolíneas de bajo costo que abundan en gran parte de Asia y Europa, por ejemplo); en otros, lo más conveniente es tomar buses o, incluso, hacer dedo. Hay países que están hechos para viajar en tren (como por ejemplo Vietnam o China) y otros donde la mejor opción es alquilar un coche entre varios y recorrer las rutas con total libertad de horarios. El sitio seat61.com tiene los horarios, fotos y descripciones de todos (subrayo lo de todos) los trenes del mundo. Para alquilar coches en cualquier lugar del mundo, pueden consultar el sitio alquilerdecoches.com.
La salud. En mi opinión, es muy importante tener un seguro médico de viaje (habla la que tuvo dengue, amebas, gastroenteritis, cortaduras, accidentes y otras infecciones viajeras… aunque esas fueron épocas pasadas, esta vez en Asia no me pasó —casi— nada, aunque siempre estuve cubierta por Assist Med). En cuanto a las vacunas, la única que es obligatoria por la Organización Mundial de la Salud es la de fiebre amarilla (en algunos aeropuertos pueden pedirles el certificado), el resto son optativas. La mayoría de los hospitales tienen un sector de Medicina del Viajero donde los pueden asesorar al respecto.
Los documentos. Es fundamental tener el pasaporte original y fotocopias (y por las dudas, siempre dejar una copia escaneada en nuestro email). En la mayoría de los países es requisito para ingresar que el pasaporte tenga, por lo menos, seis meses más de validez y hojas en blanco para poner visas y/o sellos.
El dinero. En mi opinión, lo más cómodo es llevar una parte en efectivo (para tener a mano por cualquier emergencia) y otra en una tarjeta de débito, y no todo en efectivo o todo en tarjeta. En las grandes ciudades siempre podrán encontrar cajeros automáticos que les permitirán realizar extracciones a cambio de una comisión.
El alojamiento. En www.hostelworld.com y www.hostelbookers.com pueden encontrar (y reservar online) hostels de todo el mundo, con reseñas y recomendaciones de quienes ya se alojaron ahí. Otra opción, para aquellos que no quieran quedarse en hoteles o guesthouses, es alquilar losapartamentos de Wimdu y alojarse en la casa de una persona local. También existen webs deintercambio de hospitalidad como Couchsurfing u Hospitality Club en las que las familias locales ofrecen un sillón o un espacio para dormir a los viajeros (pueden leer más acerca de Couchsurfing en este post).
Los festivales. También es interesante saber qué se festeja en cada país en la época en la que viajamos, y para eso está la página www.festivalpig.com. Y en earthcalendar.net pueden ver los feriados de todo el mundo.
Fui a Ushuaia en febrero del 2005 y, a pesar de que era verano, hacía bastante frío. ¡Abriguense!
En Costa Rica, en cambio, siempre hizo calor…
Y en Cartagena (Colombia), me derretí…
¿Dónde puedo buscar más información?
  • Hay foros como el de Lonely Planet o el de mochileros.org donde los mismos viajeros escriben experiencias e información útil que puede servirle a otros viajeros. Allí pueden dejar preguntas para ser respondidas por otros miembros del foro.
  • Hay webs como viajeros.com o Caminos Secretos donde los viajeros comparten sus diarios de viaje.
  • Hay sitios como minube.com (de España) y explorarlo.com (de Argentina) donde los usuarios dejan breves reseñas y fotos sobre los rincones y atractivos (ciudades, playas, museos, restaurantes, festivales, etc) que visitaron en un viaje o en sus propias ciudades. Y otros como tripadvisor donde los usuarios dejan reseñas de hoteles, restaurantes y alquileres.
VI. A empacar…
mochilas desparramadas en Costa Rica (2008)
A muchos les agarra el estrés a la hora de empacar. Estos son mis consejos:
  • Empaca liviano: no hay peor que tener que cargar una mochila demasiado pesada, y no hay nada más liberador que llevar pocas pertenencias.
  • Empaca según el clima del lugar: si vas a clima tropical, no hace falta que lleves abrigo; si vas a un lugar frío, lo mejor es llevarse varias capas de ropa para vestirse tipo “cebolla”.
  • No lleves todo lo que crees que vas a necesitar, a veces es mejor comprarlo directamente en el país donde sea indispensable (por ejemplo, en Bolivia me compré un sweater adecuado para el clima del Altiplano, mucho más abrigado que cualquier sweater que haya podido llevarme de Argentina. Y lo pagué a precio local, baratísimo).
  • Empaca uno de cada cosa, pensando según la función y no solamente según la estética: un jogging, un short, un jean, un buzo, un traje de baño… Y si cuando llegás a destino sentís que te falta algo, pensá que en otros países la gente también se viste, así que ropa vas a conseguir seguro.
  • Llevá un pequeño botiquín para emergencias y un mini costurero por si se te rompe la mochila o se te descose la ropa.
  • Si te gusta leer, llevá un libro e intercambialo por otro cuando lo termines (muchos hostels y librerías realizan intercambios de libros).
  • Si no tenés que trabajar con una computadora, te recomiendo que ni lleves: hay cibercafés en todos lados y te ahorrás el peso y la preocupación de cargar con una laptop.
  • Llevá un candado para el cierre de la mochila (también es útil para los hostels donde hay lockers).
  • Tratá de no cargar papeles innecesarios, digitalizá todo y mandátelo por mail.
  • Cuando hayas terminado de empacar, carga la mochila un rato sobre los hombros: si ya te parece pesada, sacá cosas. Dicen por ahí que una vez que terminaste de empacar, saques todo y dejes la mitad en casa.
O hacé como yo, decretá que querés ser un viajero/a minimalista y no lleves más que una mochila de mano con todo. (Escuché casos “extremos” de viajeros que viajan solamente con lo puesto, ¡ni siquiera llevan mochila!).
Vale llevar amuletos :)
VII. …¡y a volar!
Y de repente, una mañana te vas a despertar y ya no vas a tener más días para tachar en el calendario. Un día, va a llegar El Día.
Y cuando llegue, respirá profundo y olvidate de todo lo que te dijeron del mundo: salí a conocerlo con tus propios ojos.
Y para responder a la pregunta de Carla: No, no es difícil viajar. Una vez que empezás, no vas a querer parar nunca.