lunes, 24 de junio de 2013

Más Innovación y menos revolución por Luis Miguel Colmenares Márquez

http://runrun.es/economia/74020/mas-innovacion-y-menos-revolucion-por-luis-miguel-colmenares-marquez.html


No me voy a permitir malgastar más de una línea en hablar de un tema tan estéril como lo es la revolución de la que se habla en Venezuela, así que de entrada voy a manifestar mi deseo más profundo para mi país que es sustituir en el vocablo de los venezolanos la palabra revolución por la palabra innovación.
Es importante destacar que la innovación es enemiga del conformismo. El mundo que hoy en día conocemos surgió gracias a la presencia de este elemento esencial que ha hecho posible el avance de la humanidad en todos los sectores que la componen. Siendo esto algo irrefutable, ¿por qué no mencionarla más?
En el artículo Capitalismo Emprendedor 3-4 hablábamos sobre la definición de innovación de  Joseph Alois Schumpeter en el siglo XX, más actual se encuentra la de Shumeet Banerji, Consejero Delegado de Booz & Company que es una de las compañías que colabora en desarrollar el ranking de países innovadores en el mundo, quien dice que.- “la capacidad de innovar es el gran igualador de la economía mundial. En la era industrial, los países dependían de sus recursos naturales para competir. Hoy en día, ningún país puede avanzar sin invertir en Investigación, Desarrollo e Innovación”.
Esa definición es clave para reafirmar que en Venezuela debemos empezar a innovar en otros sectores para poder superar el Sindrome Holandés que tanto mal nos hace y ya hemos mencionado anteriormente.
Para reforzar lo antes dicho, encontramos que según el Global Innovation Index rankings del año 2012, Suiza ocupa el primer puesto como el país con mayor nivel de innovación, seguida por Suecia y Singapur. Venezuela por su parte ocupa el puesto 118 empatado con Mali y Malawi ambos países africanos. Definitivamente hay que detenerse a revisar si aquí hay una pista escondida que pueda servirnos para saber qué se está haciendo mal en nuestro país (para los que aún no se han dado cuenta que algo se está haciendo mal).
Este Índice Global de Innovación se hace calculando una media entre la puntuación de las variables que describen lo favorable del ambiente para la innovación y los factores que analizan la innovación lograda en realidad.  Para ello lo primero que se analiza son: las ”instituciones”, “el capital humano y la investigación”, “infraestructura”, “la sofisticación del mercado” y la “sofisticación de los negocios”. Por otra parte se analizan los “resultados científicos” y “salidas creativas”. El índice de eficiencia de la innovación, calculado como la relación entre ambos, examina cómo aprovechar las economías en un entorno propicio para estimular los resultados en innovación.
Cuando leo el párrafo anterior son muchas cosas las que me vienen a la mente, de hecho al leer cada uno de los elementos antes descritos sé que pudiésemos hacer una lista interminable de aspectos para mejorar cada uno de esos factores, pero puntualmente tengo presente el ataque y la vejación que están sufriendo actualmente las universidades y sus estudiantes, que es probablemente el terreno más fértil para cosechar la innovación en una sociedad. Entonces entiendo el por qué de nuestra realidad, ahí me termino de convencer que no es revolución lo que hace falta sino Innovación para solucionar los problemas de nuestro país, entonces para no perder la calma, suspiro y me enfoco en recordar que vivo en un país lleno de emprendedores dispuestos a trabajar por un futuro en el cual podamos hacer de Venezuela un país competitivo y mejor para todos.
Quiero invitar a quienes se han tomado la molestia de leer este artículo, a que empiecen a utilizar más la palabra Innovación en su vocabulario, con mayúscula para que suene más imponente, a que investiguen y se den a la tarea de incorporarla en sus hogares, empresas y las distintas organizaciones a las que pertenezcan, porque debemos comenzar a hablar en un lenguaje progresista de una vez por todas.
Por ahora, aparte de que encontré otra razón para hablar más de Innovación que de revolución,   confieso que me quedo con la curiosidad de saber, ¿los países que comparten el puesto 118 con nosotros al menos tienen papel para ir al baño o también malgastan las neuronas innovando como hacer cuando tampoco hay agua…?
Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez

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